martes, 25 de diciembre de 2012

Paul Auster y J.M. Coetzee. II




Sobre otras cosas:
            “Siendo el mundo como es, y sobre todo siendo el siglo XX como era, una acusación de antisemitismo, igual que una acusación de racismo, lo pone a uno a la defensiva. “¡Pero es que yo no lo soy”, te vienen ganas de exclamar, extendiendo las manos para enseñar que las tienes limpias” (…) La verdadera pregunta surge de ese momento en que te obligan a ponerte a la defensiva, y del sentimiento desolador que viene a continuación, esa sensación de que se ha evaporado la buena voluntad entre lector y escritor, esa buena voluntad sin la cual leer deja de ser un placer y escribir empieza a dar la sensación de ser un ejercicio impuesto y fatigoso. Es como estar otra vez entre puritanos”. JC.
             “A menudo he sentido un aburrimiento opresivo al escucharme a mí mismo fanfarronear con los entrevistadores. En mi opinión, una verdadera conversación solo tiene lugar cuando discurre alguna clase de corriente entre los interlocutores. Y esa corriente casi nunca discurre durante una entrevista”. JC.
             “Si nos miramos hoy día a nosotros mismos, vemos justamente lo que cabría esperar: que nosotros, “el mundo”, preferimos vivir en la miseria de la realidad que hemos creado (la realidad completamente artificial de la crisis) antes que organizar una nueva realidad negociada”. JC.
             “En el deporte hay ganadores y hay perdedores; lo que nadie se molesta en decir (¿acaso es demasiado obvio?) es que hay muchos más perdedores que ganadores. (…) El deporte nos enseña más sobre la derrota que sobre la victoria, simplemente porque somos mayoría los que no ganamos. Lo que nos enseña por encima de todo es que perder no es malo. Perder no es lo peor que hay en el mundo, puesto que en los deportes, a diferencia de en la guerra, el ganador no degüella al perdedor”. JC.
             “Porque esa es la gran lección del deporte. La mayor parte del tiempo pierdes, pero mientras sigas en el juego, siempre habrá un mañana, una nueva oportunidad para redimirte. En esta gran escuela de la derrota no sales suspendido a menos que te niegues a aceptar que has perdido, a menos que rechaces el veredicto del juego y te retires a un estado de aislamiento mayestático”. JC.
             “Leo en el New York Times que aunque en la India los hombres pueden cagar en público sin vergüenza, resulta inaceptable que las mujeres indias vayan de vientre durante las horas del día. De ahí que exista una amplia gama de enfermedades intestinales y de tracto urinario entre las mujeres”.  JC.
             “No paro de pensar que es únicamente durante esos interregnos demasiado breves, entre que un poder se ha visto derrocado y el siguiente todavía no se ha instalado, cuando la gente puede probar realmente la libertad: Europa entre el eclipse de los nazis y la llegada de la Nueva Austeridad, por ejemplo. ¡Qué poco frecuente es esa oportunidad de que las masas bailen en las calles! ¿Y qué pintoresco es ese término, las masas!”. JC.

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