lunes, 20 de agosto de 2012

La triple vertiente de la crisis



1. ¿Cómo se generó la enorme nube de la deuda que nos atenaza?

            ¿Se debe la deuda al exceso de gasto y a la falta de competitividad? Evidentemente eso existe, pero esa idea 
Oculta que tanto la economía española como irlandesa han mostrado un buen comportamiento exportador y que la verdadera causa del sobreendeudamiento de estos países no fue el despilfarro fiscal (tenían superávit público antes de la crisis) sino un fallo monumental del sistema bancario europeo, en particular del alemán.
Durante los primeros años de este siglo los bancos alemanes no encontraron oportunidades de inversión en su país para el ahorro que generaba su economía, sometida a dieta de consumo y reducción de salarios para favorecer sus exportaciones. En esa situación de anorexia interna, los bancos alemanes optaron por prestar a los bancos españoles e irlandeses (y al Gobierno griego) para que estos financiasen inversiones inmobiliarias de rápida plusvalía. Crearon una burbuja crediticia, distorsionaron el modelo productivo de la economía española y no midieron bien el riesgo crediticio que estaban creando. Ese fallo bancario es lo que ahora oculta el Gobierno alemán a sus ciudadanos, contándoles a cambio una historia llena de tópicos. La realidad es que la política de austeridad que ahora impone a Grecia, Portugal, Irlanda y España es en beneficio de sus bancos”. 
2. ¿Por qué nos obligan a aplicar y sufrir las políticas de austeridad que nos amilanan, nos humillan, nos destruyen? 
Para imponer con contundencia esta política, el Gobierno alemán está utilizando el euro como un instrumento de su hegemonía comercial y financiera. Los “mercados” no son los malos de esta película; lo único que hacen es reaccionar.
Hay un malentendido sobre el euro. Creemos que es la moneda de una unión política cuando en realidad es la moneda común de una unión cambiaria cuyo principal beneficiario ha sido y es la economía alemana, algo que puede verse fácilmente observando las balanzas comerciales de la eurozona. El euro es utilizado por Alemania como un instrumento de dominación cuasi neocolonial”. 
¿Por qué nuestro gobierno se achanta? 
El presidente del Gobierno hará bien en tensar la cuerda almáximo hasta que Europa defina un objetivo general y la correspondiente hoja de ruta. No lo puede hacer solo, pero cuenta con todos los países periféricos —y quizá alguno más— como potenciales aliados. Italia, Portugal, Grecia, Irlanda y España suman más de un tercio del PIB de la eurozona, y consecuentemente una gran capacidad de presión”. 
3. Las crisis es el momento de las oportunidades que los desacomplejados pueden aprovechar para empezara construir sobre bases nuevas. 
España supo, en su historia más reciente, descargar las aplicaciones más exitosas y ganadoras de las economías occidentales. La historia del país es la de una transformación sin igual en los países OCDE. Salvo Corea del Sur, no hay prácticamente país que se haya transformado tan rápido como lo hizo España en las últimas décadas del siglo pasado.
Cuando España se incorpora a la OCDE, en 1962, su PIB per capita era el más bajo de este selecto grupo, apenas 3.800 dólares. Cuando se incorpora a Europa, en 1986, lo había triplicado (casi 10.000 dólares). En 2012, y a pesar del resbalón de la crisis, todavía supera los 27.000 dólares, es decir, casi diez veces más que cuando se suma a la OCDE, y todavía tres veces más que cuando se sube al AVE europeo. Otra manera de verlo es considerar cómo España ha convergido con Alemania: la historia de la segunda mitad del siglo pasado es la de un acercamiento creciente con Alemania, cerrando el gap de manera impactante en términos de PIB per capita: si hace tres décadas el alemán era 2,5 veces el español, ahora es de apenas 1,06.
Las apuestas por la educación habrán de ser más firmes: hay yacimientos de empleo en ingeniería, por ejemplo, pero no producimos suficientes ingenieros. Las empresas se están rifando estos universitarios (en este sector apenas hay paro), pero entre 2003 y 2011 los universitarios inscritos en estas carreras no han aumentando, sino más bien todo lo contrario: ¡han bajado un vertiginoso 40%! No solo debemos incentivar más jóvenes hacia estas carreras, sino que también deberán hablar idiomas. En el mundo entero hay y habrá una fuerte demanda por ingenieros cualificados. ¿Qué esperamos para volcarnos en el fomento de estas vocaciones y carreras?
De lo que tenemos que convencernos es de que España puede dar un nuevo salto, reinventarse, y ello pasará por una apuesta rotunda por favorecer el ecosistema de innovación y emprendimiento y apostar por tecnología y educación". 


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