Políticos bajitos

1. Veo los sucesos de estos días como si ya fuesen pasado. Y lo son, empujados por nuevos sucesos que son viejos en el momento en que se producen. Se debe a la incredulidad de asistir al espectáculo de una política caduca, timorata, débil, que en la historia ha sucedido antes, muchas veces. En la época de Maura y Canalejas, por ejemplo. No hay manera de que los políticos se adelanten a los acontecimientos. Siempre por detrás. Por incompetencia, por interés, por cobardía.

2. O cuando Dato y Romanones. Políticos que sólo se muestran dispuestos a las reformas cuando se ven forzados, tarde y mal, cuando la bola que crece y crece ya es incontrolable.

3. Esos políticos que tenemos hoy, que presumían de gran estatura, son bajitos, chaparros, legañosos.

4. Hace gracia, es risible, oír hablar, en la historia y en la actualidad, de líderes fuertes y débiles, de hombres con carisma y flojeras. Cada hombre es hijo de de su circunstancia, en cada tiempo los problemas son diferentes. Qué habría hecho Cánovas en el lugar de Silvela o de Maura. Aznar parecía fuerte hasta el 11-M, Felipe González no tuvo que lidiar con el toro de la crisis, que ha pasado por encima de ZP y puede pasar por encima de Rajoy. El gran hombre, Felipe, se inventó el GAL para un problema chiquito.

5. La única clase que queda, con intereses propios, es la política. Como en otros momentos de la historia debe abandonar el poder y pasar cuentas ante la justicia. Necesitamos gente nueva, sin deudas con el pasado, sin intereses que defender, sin miedo.

6. ¿Por qué ha fracasado el 15-M?, ¿dónde está toda aquella gente que acudía masivamente a sus convocatorias? En casa, decepcionados, no quieren ser utilizados otra vez por viejas ideologías y organizaciones caducas.

7. El Caso Dívar. Toda la acusación mediática gira en torno a 24.000 euros gastados en cuatro años. Quizá sea feo lo que ha hecho, pero no ha cometido ninguna ilegalidad. Mucho más fea es la campaña sin descanso en la que le están venteando. ¡Enfangarse en esas minucias!