miércoles, 11 de enero de 2012

A vueltas con el nacionalismo



            Los catalanes de ERC reclaman al nuevo Gobierno lacelebración de un referéndum para que los catalanes "decidan, voten si quieren largarse de este sistema". Así:
"Si es que no, nosotros nos callaremos, y si es que sí, seremos como Escocia y usted como David Cameron", le dicen a Rajoy. Con las medidas aprobadas por el Gobierno para atajar el déficit público a los ciudadanos catalanes se les va "a quitar hasta la camisa". 
            Visto desde fuera el nacionalismo es una incomprensible e intolerable agresión al nacionalismo propio. Aunque el nacionalista, sea desde este lado del río o desde el otro lado, nunca se verá a sí mismo como nacionalista. Visto desde dentro el nacionalismo es la libre y necesaria expansión de la propia identidad, la necesaria atmósfera para respirar. Visto así, todo el mundo es nacionalista, salvo unos pocos.

            Enraizado en su terruño o en las estilosas calles de la vieja ciudad modernizada el nacionalista asegura que los de fuera no le pueden entender. Y suele tener razón porque quienes le replican le muestran la imagen invertida del espejo. Pero sí que hay un modo de comprender al nacionalista desde dentro, viviendo la exclusión, la marginación, la satanización a que somete a los extraños ya sean antinacionalistas, no nacionalistas, otros nacionalistas o portadores de costumbres ajenas a las suyas, a condición de añadir a la emoción que provoca la exclusión el frío análisis. Cosa difícil.

No hay comentarios: