Los catalanes de ERC reclaman al nuevo Gobierno lacelebración de un referéndum para que los catalanes "decidan, voten si
quieren largarse de este sistema". Así:
"Si es que no, nosotros nos callaremos, y si es que sí, seremos como Escocia y usted como David Cameron", le dicen a Rajoy. Con las medidas aprobadas por el Gobierno para atajar el déficit público a los ciudadanos catalanes se les va "a quitar hasta la camisa".
Visto desde
fuera el nacionalismo es una incomprensible e intolerable agresión al
nacionalismo propio. Aunque el nacionalista, sea desde este lado del río o
desde el otro lado, nunca se verá a sí mismo como nacionalista. Visto desde
dentro el nacionalismo es la libre y necesaria expansión de la propia identidad,
la necesaria atmósfera para respirar. Visto así, todo el mundo es nacionalista,
salvo unos pocos.
Enraizado
en su terruño o en las estilosas calles de la vieja ciudad modernizada el
nacionalista asegura que los de fuera no le pueden entender. Y suele tener razón
porque quienes le replican le muestran la imagen invertida del espejo. Pero
sí que hay un modo de comprender al nacionalista desde dentro, viviendo la
exclusión, la marginación, la satanización a que somete a los extraños ya sean
antinacionalistas, no nacionalistas, otros nacionalistas o portadores de costumbres ajenas a las
suyas, a condición de añadir a la emoción que provoca la exclusión el frío análisis. Cosa difícil.
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