domingo, 6 de noviembre de 2011

Dejar caer a quienes han hecho las cosas mal



P: ¿Qué deberían hacer los gobiernos?

R: Dejar caer a quienes han hecho las cosas mal, como Grecia, Citibank y ­Wall Street. Se está rescatando a gente incompetente a costa de gente competente. Quienes ahorraron e invirtieron ven ahora cómo el Gobierno rescata con su dinero a quienes compraron casas y coches a crédito. Estados Unidos está destruyendo su clase ahorradora, la que desarrolla un país. Hay que dejar caer a los incompetentes.

P: ¿No hay una solución menos dolorosa?

R: Hay dos formas de enfrentarse a estos problemas: a la japonesa o a la escandinava. En los años 90 los japoneses no dejaron que cayera nadie, rescataron a todos los que se habían metido en problemas. Mantuvieron bancos zombies y empresas zombies, auténticos muertos vivientes. Y así llevan dos décadas perdidas. Las acciones japonesas han perdido un 80% de su valor respecto a 1990. En Escandinavia entonces tenían problemas similares y no rescataron a nadie. Pasaron tres años muy malos, pero ahora Suecia es uno de los grandes éxitos de las últimas décadas.
Estados Unidos e Inglaterra están haciendo lo mismo que Japón. Tampoco va a funcionar, nunca ha funcionado. Hemos perdido una década y perderemos dos o tres más. O quizá será como cuando España entró en declive y tendremos tres o cuatro siglos de decadencia.

P: Tenemos elecciones dentro de dos semanas. ¿Qué le recomienda al futuro gobierno?

R: Que recorten el gasto con una motosierra. Es la única solución. Nadie va a ganar las elecciones con ese programa, o si las ganara lo asesinarían o derrocarían al cabo de un año porque las medidas que hacen falta son demasiado dolorosas. La gente en España y en Europa todavía no está preparada para aceptar esto. Sin embargo, no hay otro camino, sería un dolor temporal, pero necesario.

P: ¿Los especuladores crean problemas, o reaccionan ante ellos?

R: Los especuladores no sólo no crean problemas sino que los arreglan, porque detectan que algo va mal y dan la voz de alarma. Los que venden bonos de Grecia no han hecho nada incorrecto: no se endeudaron, ni falsearon las cuentas, ni mintieron sobre sus finanzas. Pero sí fueron los primeros en darse cuenta de que el gobierno de Grecia había hecho todas esas cosas. Quienes venden lo hacen por alguna razón, son los mensajeros que avisan de que hay problemas.

P: ¿Hacer lo que le gusta es un componente fundamental de su felicidad?

R: Sí. La gente que hace aquéllo que le gusta es la que más éxito tiene. No hay que escuchar a los profesores ni a los padres. Si te gusta ser jardinero, eso es lo que tienes que ser. Un día tendrás una empresa de jardinería por todo Asia y entonces tus padres y tus profesores, que nunca quisieron que fueras jardinero, te dirán que te animaron a serlo desde el principio.


“Por un lado, los Gobiernos están empleando ingentes recursos para salvar a los bancos y las instituciones financieras; por otro, el paro o la pobreza, por no hablar de la educación o de la inversión en ciencia, no han recibido un tratamiento equivalente en la agenda política. Esta alteración de las prioridades está provocando una pérdida de legitimidad de las instituciones.

Se ha manifestado una curiosa paradoja durante estos últimos años, y es que, cuando las instituciones financieras entraron en crisis, su poder no disminuyó sino que se ha acrecentado. Todo el mundo está obligado a hablar el lenguaje económico y a entender lo que ocurre, incluidos los expertos que no supieron prever los acontecimientos. Es imposible escapar a la economía, y de ahí el incremento del poder de las instituciones financieras”.


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