martes, 25 de enero de 2011

A quién le importa

María Kodama tiene un mérito en la vida: seguir siendo la esposa póstuma de Jorge Luis. El periodista, tan crítico en otras ocasiones, le pasa el dorso de la mano por el pelo sedoso -"María Kodama es rotundamente dulce"- y le da cancha, por ser vos quien sos, señora, viuda del escritor argentino que no recibió el premio nobel:
"Algunos no me perdonan que yo quisiera a Borges".
La señora dice cosas que el periodista consiente en llevar al molde. Quizá crea que esas palabras estén a la altura del músico que ha estrenado una cantata inspirada en textos del escritor portugués que sí ha conseguido el premio nóbel. Veamos si valen ara un libreto:

"No me gusta comer. Para mí la comida es un pretexto para estar con los amigos. Tiendo a comer cosas malsanas".
"Ah, la fecha en que nací... Nadie la sabe. Ni yo la voy a decir. ¿Dicen? Dicen tantas cosas. Demasiadas. Hasta que yo comience a decirlas".
"Los editores insisten: 'Escribe, escribe, que se va a vender [sus memorias] más que El Código da Vinci". [Con este título:] La historia negra: novela gótica- para un volumen con tres partes: vida junto a Borges, "los monstruos" y la ley.
"Borges sabía que yo no creo en el matrimonio porque mis padres se separaron. Me dijo: 'Si el problema es el divorcio, casémonos antes de que yo muera".
"Su libro sobre Borges [Adolfo Bioy Casares] tenía una parte interesante, la literaria. La personal demuestra que nunca fue su verdadero amigo. Borges era ciego y Bioy cuenta que comía con las manos. ¿Quién tiene la culpa? Yo he comido con Borges en todas partes -desde comedores universitarios hasta con el marido de Isabel II cuando le dieron el doctorado en Cambridge-. Nunca nadie lo vio comer con las manos".
"Solo soy la mala de la película para los sinvergüenzas. Cumplo con mi deber porque sobre todas las cosas es mi amor. Algunos no me perdonan que quisiera a Borges".

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