Canadá, en el nivel de las costumbres, es una copia de su gran vecino del sur. El mejor sistema para salir adelante es que cada cual pelee por sí mismo. Este sistema lleva a que la cosa pública sea raquítica y en cambio la iniciativa privada cubra campos que en Europa están a cargo del Estado: no hay universidades públicas, por ejemplo, -las privadas son muy buenas; el sistema de salud deja mucho que desear, así como el estado de las vías públicas. En cuanto es posible cada cual se construye una hermosa casa en las afueras.
Eso hace que el Estado llegue tarde a cosas que deberían estar a su cuidado. Las cataratas del Niágara, pongo por caso. Las cataratas, compartidas con EE UU es una belleza natural que debería ser parque nacional, especialmente protegido, pero los avispados individuos que vieron en ellas un negocio pronto construyeron en sus márgenes grandes hoteles y pequeños chiringuitos de modo que ya es tarde para preservar el sitio como un espacio sagrado. El visitante paga y paga atraído como las moscas por las luces de neón y los seguidos de la gran aglomeración.
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