domingo, 28 de febrero de 2010

La humanidad socialdemócrata


En la entrevista que le hacen a Martina Navratilova, el periódico destaca su condición sexual: "No me disculpo por ser quien soy", es el titular. A mí me interesa su condición humana:
Es terrible. La gente tiene una memoria corta. Debería recordar lo que pasó. Me disgusto mucho cuando veo las elecciones y que los comunistas en la República Checa se llevan el 50% de los votos. Pienso: "¿Están locos o qué?". El comunismo es una idea bonita que nunca podrá funcionar porque le quita el poder al individuo. Me entristece que la gente piense que tenía cosas buenas cuando nunca las tuvo. Destruyeron a millones de personas. Destruyeron millones de vidas, incluidas las de mis padres. Nunca les perdonaré.
Como de Edgar Hilsenrath, un escritor que en su novela Fuck America cuenta su propia historia -"En realidad, es mi historia; incluí ficción para poder contarla, porque la realidad es demasiado aburrida e incoherente"-, destaca el periódico su condición judía: El judío que se salvó con la risa, es el titular. A mí me sigue interesando su condición humana:
El protagonista vuelve con el plan de matar a un compañero que lo maltrató en la escuela por judío. Se encuentra con un hombre amable, socialdemócrata y socio de Amnistía Internacional. Su odio se disipa. "Aquel niño existió, pero yo no fui a matarlo; vive cerca de Halle. Yo ya no tengo afán de venganza". ¿Desde cuándo? "Hará dos años".
En el mismo periódico otro socialdemócrata, Lula de Silva, despoja de humanidad al albañil Orlando Zapata, que murió como consecuencia de la huelga de hambre emprendida para recobrar la dignidad que le habían arrebatado las torturas y maltratos en las cárceles cubanas, cuando de él dice
"No se puede juzgar a un país o la actitud de un gobernante en función de la actitud de un ciudadano que decide empezar una huelga de hambre".
El mismo Lula que en su época de oposición a la dictadura brasileña había hecho huelgas de hambre.

De modo parecido, aunque en operación inversa, actúa este reportero socialdemócrata al conferir humanidad a las momias egipcias,
Los arqueólogos coinciden en que las momias no deben ser deshumanizadas. ¿Es legítimo perturbar el descanso de las momias en interés de la ciencia y el conocimiento? ¿Justifica el desvelar los misterios de la historia que se las despoje de su intimidad, del derecho de todo individuo a ser respetado en el largo sueño de su muerte? ¿Dónde acaba la investigación y empiezan el morbo y el espectáculo? ¿Cómo debe acercarse la ciencia a las momias?
 De la foto que precede no sé que decir. ¿Deshumaniza la época, deshumaniza la tradición tenebrista que se asocia a la historia de España, deshumaniza la mirada del momento -la estética gutierrez solana-, deshumanizan nuestros prejuicios?

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