miércoles, 14 de octubre de 2009

Tío Yeral


Dice este biógrafo, Gerald Martin (Londres, 1944), que
Antes de la versión definitiva hice una versión digamos negra, es decir, una biografía con todo lo que podrían decir los detractores de García Márquez sobre él. Lo leí y no me convenció. Hice todo el esfuerzo posible por dar una visión distanciada y objetiva.
Ante semejantes matices y cautelas, cabe pensar,

uno, que lo que dice es cierto y que tantos años de convivencia (19) con la familia le han convencido de las bondades de San Gabriel García Márquez -elevado por el Nobel y por la prensa amiga. La amistad ha debido llegar al punto de nieve pues la familia le dice como si tal cosa Tío Yeral. Así trabajan los biógrafos, como es sabido, en especial los biógrafos británicos,

dos, que la versión verdadera es la que él llama negra, pero que por alguna debilidad de carácter no publica por ahora y queda en el cajón esperando mejor ocasión, por ejemplo el deceso de aquel cuyos deudos han adoptado como tío al biógrafo inglés.

De que esta última pueda ser la verdadera versión pueden dar fe esa declaración de que hizo todo el esfuerzo posible por sacar este tocho (700 páginas) que ahora publica, Gabriel García Márquez. Una vida (Debate), y esta otra declaración que como la primera habría de entenderse por lo contrario de lo que dice, 
La idea de que es un bufón que hace chistes y de cuando en cuando le dice cosas un poco atrevidas a Fidel Castro es un absurdo. Es cierto que se empeñó en ser amigo de Castro, pero no es ni su bufón ni su correveidile.
El ejemplo contrario de biógrafo y biografiado es lo que Alberto Manguel cuenta sobre la también recientemente traducida biografía de otro nobel, V.S. Naipaul (El mundo es así. La biografía autorizada del premio Nobel V. S. Naipaul. Patrick French. Duomo Ediciones), donde el biógrafo escribe directamente una biografía negra y el escritor la acepta como tal, sin remilgos, 
"La vida de los escritores", dijo Naipaul en 1994, "es un tema legítimo de investigación, y la verdad no debería ocultarse. De hecho, es muy posible que el relato completo de la vida de un escritor acabe siendo una obra más literaria y reveladora -de un momento cultural o histórico- que los propios libros del escritor en cuestión".
***

Como a Gerald Martin con la familia de García Márquez, algo parecido le pasa a esta reportera de Cuatro con una familia de chabolistas, el peligro de pegar la nariz en el sobaco de la noticia, incluso cuando ésta no existe y con gran excitación se inventa. Durante 21 días acompañó a la familia en todas sus actividades diarias, incluido el día que fueron a robar material valorado en 935 euros. La reportera, con la ingenuidad del sabueso excitado, le dice al juez que ignoraba lo que iban a hacer los chabolistas a los que acompañaba y que pensó que se trataba de una broma.

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