miércoles, 7 de octubre de 2009

Chorros comparados



¿Cómo no poner en paralelo esta fotografía de un agricultor que protesta en Bruselas con la simpática pintura de Alonso Cano, “El milagro de San Bernardo”, que está en el Museo del Prado?



Hay muchas diferencias claro está entre la diagonal barroca y el arco posmoderno, desde el éxtasis de San Bernardo al desprecio chandunguero del policía, desde los tonos cálidos conque la Iglesia envuelve a sus fieles hasta la frialdad asfáltica de la ciudad europea, desde la severa profesionalidad de la Vírgen que atiende súplicas hasta la prodigalidad de la vaca que se ofrece sin petición de por medio. Aunque las dos coinciden en la concentración de miradas en el beneficiario de la teta.

2 comentarios:

Puigmalet dijo...

Sublim!

Una abraçada perifèrica.

Toni Santillán dijo...

Está por ver cuál es la periferia. Yo diría que soy yo quien ha escogido la periferia.