Verdes por fuera, negros por dentro

Qué bonito nos lo ponen. ¿Reciclar?, ¿cumplir los estrictos protocolos de limpieza, separación por tipos de deshechos, seguir las recomendaciones de ayuntamientos, comunidades, ministerios?, ¿para qué? Buena parte de los residuos electrónicos, materiales de construcción con sustancias químicas tóxicas y demás basura acaban en China, Indonesia, India o África. Allí esos residuos son desmontados por niños con grave riesgo para su salud y el resto se queman o se abandonan hasta su descomposición, contaminando lo suyo.

En 2008 se esperaba que tras la estricta normativa aprobada en Europa el reciclaje subiese hasta los 7 millones de de toneladas de residuos electrónicos (televisores, ordenadores y otros materiales), pero sólo se reciclaron entre dos y tres millones. ¿Dónde esta el resto? La mayor parte de porquería europea sale por el puerto de Rotterdam. Los contenedores que vienen de Asia cargados de ropa y artículos electrónicos baratos se devuelven subrepticiamente cargados con la basura europea. Como reciclar es muy caro, las empresas prefieren pagar los portes hacia lejanos países. Simplemente les sale más barato (cuatro veces más barato).


Y qué decir de la basura española. Producimos un 13 % más y reciclamos un 40 % menos. Además sólo un 13 % de nuestros residuos son reciclados, frente a un 22 % de media europea. Otra cosa es saber  a dónde va toda esa basura.