martes, 22 de septiembre de 2009

La publicidad es arte, el arte es publicidad


Charles Saatchi, nacido en Bagdad en una familia de origen judío, se hizo famoso por los éxitos de su agencia de publicidad. Cuando ya era millonario se inventó el YBA (Young British Art, Joven Arte Inglés), con Damien Hirst, Tracey Emin y Richard Billingham, ya se sabe, el tiburón en formol , la calavera de diamantes y todo eso. Ahora lo cuenta en un libro My name is Chaarles Saatchi and I am an artoholic (subtitulado Todo lo que tenía que saber sobre arte, anuncios, vida, Dios y otros misterios y no le daba miedo preguntar). Este es un fragmento de una entrevista.
-Se ha aprovechado alguna vez de alguien en el mundo de arte?
-Si le preguntasen al Dalai Lama, a la Madre Teresa o a Mahatma Gandhi si alguna se aprovecharon de alguien mentirían si proclamaran que nunca. Así que pongame ahí arriba, junto a ellos, y gracias.
-¿Posee usted algo que tenga más de 50 años?
-Yo.
-¿Simboliza la calavera de diamantes de Damien Hirst el vacío del arte moderno, que tiene que ver más con el dinero que con el mensaje?
-Cariño, el dinero es el mensaje.
-¿No le parecen papel pintado sus pinturas de puntos?
-También podría decir que las pinturas de Rothko son bonitas alfombras. No es un crimen que el arte sea decorativo.
-¿Cree usted en todo esto?
-No soy tan listo como para ser un cínico, así que no me queda otra salida que creerlo.

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