miércoles, 8 de julio de 2009

Juan Belmonte, matador de toros

Manuel Chaves Nogales ejerció como periodista en los años de la República y anteriores. Asumió un punto de vista honrado sobre la España dividida de aquellos años, lo que le granjeó la enemistad de los dos bandos. Escribió de forma despojada, eliminando la hojarasca. Dejó magníficos relatos sobre la guerra. Y también una buena biografía sobre Juan Belmonte.

En la biografía adopta el punto de vista del torero. La voz del torero recuerda una vida de niño lleno de carencias en el barrio de Triana, excursiones nocturnas a la Tablada y otras dehesas cercanas a Sevilla para separar al toro que quería torear junto a su cuadrilla, aventuras amorosas, la carrera de torero por las plazas de España y América, anécdotas jugosas, dichos. Todo contado con socarronería, huyendo de la épica y del lenguaje engolado propio de la literatura de toros y toreros. Ese mérito parece que deban compartirlo Chaves Nogales, que no era aficionado a los toros, y el propio Juan Belmonte, que aunque no tuvo una formación regulada, se aficionó pronto a la lectura, haciéndose amigo de gente letrada. Parece que en sus desplazamientos acudía con dos baúles uno con las cosas de torear y otro lleno de libros.

La biografía termina en el año 1936, año trágico, pero también el de la retirada de Juan Belmonte. Chaves, bastante más joven que el torero, murió algunos años después en Londres; Belmonte sobrevivió hasta sus 70 años. Como la historia que se nos cuenta no habla sólo de toros, sino de un personaje peculiar, interesantísimo, me hubiera gustado saber qué ocurrió con él tras  su retirada. En la edición de Alianza que he manejado, Josefina Carabias, en un epílogo, ofrece algunos datos, pero son tan pocos y su manera de contarlos tan diferente de Chaves que me he quedado con las ganas.

4 comentarios:

Puigmalet dijo...

Hola Toni!

Es fa saber que el proper diumenge dia dotze de juliol arRIBA el cinquantenari de la mort d’aquell qui es va preguntar “¿D'on venim, que no fos tornada? / Com una absurda enamorada, / la vida ens fa plorar el passat. / ¿On tornem, que no fos naixença? / Vivim de mort, i no ens és grat; / morim d'amor, i no s'hi pensa”. Queda notificat a efectes d’algun possible apunt commemoratiu.

Toni Santillán dijo...

Se hará lo que se pueda, como repasar los poemas del segundo poeta de la lengua de este rincón del mundo.

Anónimo dijo...

Si te quedaste con ganas lee el prólogo de Benítez Reyes de la edición de Libros del Asteroide, que en la web de la editorial se puede leer.

Toni Santillán dijo...

Leído el prólogo de Benítez Reyes. Aunque estoy en general de acuerdo con lo que sostiene, aprecio alguna contradicción, como decir al principio que lo que le interesa es el hombre y el artefacto que Chaves Nogales construye sobre la vida de Belmonte, para acabar hablando sólo del arte de torear, aquello que decía no interesarle, sin hablar del estilo florido que usa, propio de muchos escritores andaluces de la generación de Benítez Reyes, que me resulta tan difícil de tragar.