domingo, 17 de mayo de 2009

La burbuja futbolística

El modelo Florentino fue un desastre para muchos equipos de fútbol. Se vieron obligados a hacer un gasto desmesurado en la compra de jugadores y en aumentar la ficha de sus figuras. Algunos lo pagaron con la pérdida de categoría e incluso con la desaparición. Ahora Florentino, en el peor momento de la crisis económica, vuelve anunciando que va a gastar 300 millones de euros. Nada justifica un gasto tan descomunal, su equipo, el real Madrid, va segundo en la liga y ha hecho una campaña que ha superado casi todos los récords, no sé cuántos partidos sin perder. Ahora se dispone a romper el mercado futbolístico mundial, como ya lo hiciera en su anterior etapa, comprando a los supuestos mejores jugadores y obligando a que otros equipos lo emulen y sabiendo que con tales figuras en la próxima temporada no batirá los récords de la actual plantilla. De hecho, los triunfos de su anterior etapa tampoco se correspondieron con la desmesurada inversión.
Por qué entonces tal exuberancia futbolística: Florentino se ve obligado a responder a su fama y el sistema político necesita de hombres como él, capaces de entretener a la gente, de distraerla desde los púlpitos modernos. Por ello, le jalean los medios, prensa, radio, teles, los que montaron mastodónticos negocios fracasados -canal plus, digital plus- al calor de la desmesura y que ahora esperan sobrevivir gracias a él.

Florentino es el vivo ejemplo de que cuando se nos dice que ante la actual crisis hay que establecer controles, moderar el gasto, domeñar el sistema financiero, etc, es mentira y que el sistema en cuanto pueda volverá a lo de siempre, es decir, a las burbuja o hinchazón, a estimular el gasto y deuda de la crédula clase media para el beneficio de unos pocos.

Es innecesario desear que el proyecto de Florentino fracase, porque ese es su destino.

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