Celtiberia show

Uno. Domingo de una mañana soleada. Día de esparcimiento y diversión. Gava, cruce de calles, los mossos detienen a los coches ante un semáforo, ocupando dos de los cuatro carriles. Con toda su parafernalia, gafas negras, botas del mismo color, traje oscuro. El algún lugar discreto han debido esconder un coche patrulla; la pareja motorizada para y multa. ¡En el interior del pueblo, en domingo, sin tráfico! ¡La policía al servicio del ciudadano!, más bien el juego del gato y el ratón.

Dos. Entrada a Castelldefels, en bici. De frente un coche patrulla de la guardia civil, de los antiguos, de atestados, un land rover. La pareja de costumbre, el conductor con gafas de sol: en una mano un cigarrillo, en la otra el volante y una cajetilla entre los dedos. ¡Lástima de foto! ¿No podría el acompañante, como pareja que son, encenderle el pitillo y ponérselo en los labios, tan amigablemente?

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Tres. Titula el periódico en portada:

Zapatero tacha de "superficiales" las opiniones del Banco de España.

Superficiales, las opiniones del Banco de España, ¡la institución mejor informada del país!

Cuatro. Político de futuro, dice de él El País y él -Joan Herrera, Secretario General de Iniciativa per Catalunya Verds- se empeña en alancear fantasmas muy viejos:

"La jerarquía eclesiástica es de lo peor que existe".

La jerarquía eclesiástica, esa cosa del siglo XVII, dice el político del futuro.

Cinco. Miguel Lorente, delegado del Gobierno para la Violencia de Género:

"Uso el femenino cuando estamos reunidas".