martes, 3 de marzo de 2009

Diccionario de locos literarios



Gracias a Josep Fontana he sabido de la existencia de André Blavier y de su extraordinario diccionario de locos literarios (Les Fous Littéraires). Más de mil páginas para más de 3000 autores. En él clasifica a los autores por actividades y materias.
Profetas, visionarios y mesías; 
los que demuestran la cuadratura del círculo;
los inventores del movimiento perpetuo;
los que hablan del origen batracio del hombre;

los perseguidos y los perseguidores; 
los inventores, filántropos, sociólogos. 

Cuánto se parece este diccionario de escritores reales a aquella enciclopedia china que se inventó Borges.
Entre los profetas, por ejemplo, hay uno que asegura que Dios no es un puro espíritu, sino que vive arriba en los cielos, dotado de un cuerpo material, y que bebe, come y duerme igual que hacen los hombres. El autor aseguraba que tenía contacto frecuente con el propio Dios.
Hay quien busca el origen del francés y dice que está en el grito de las bestias prehistóricas, y otro afirma que la sexualidad humana tiene fundamentos algebraicos.

Otro dice que "el reino de Dios es el reino de las cárceles" y que "antes del fin del mundo más de la mitad de la humanidad estará encerrada en cárceles". En la categoría de cárceles incluye los conventos, las escuelas, los seminarios, los cuarteles o las sectas.

Para rematar la cosa se acaba de crear un Instituto con un nombre acorde a este fenómeno: l'IIREFL (Institut international de recherches et d’explorations sur les fous littéraires, hétéroclites, excentriques, irréguliers, outsiders, tapés, assimilés, sans oublier tous les autres…).

Al final del libro hay un razonable consejo que aparece en un grabado del siglo XVIII:
"El mundo está lleno de locos, y quien no quiera ver ninguno, que se quede en casa y rompa el espejo".

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