sábado, 24 de enero de 2009

Por qué los periódicos no se limitan a informar

Durante la Transición este hombre fue el rey del mambo. No sólo armaba la conciencia orgánica del país, también levantaba y tumbaba líderes políticos. Que se lo pregunten a Josep Borrell, a Benegas, a Guerra. Hasta en la derecha quiere gobernar: Ruiz Gallardón es su hombre.
El consejero delegado aseguró que EL PAÍS "tiene la obligación" de hacer frente al desafío empresarial para que siga siendo un instrumento clave en "el proceso de formación de la opinión pública" y en "la construcción del universo cultural y socioeconómico que ha supuesto desde la transición tanto en España como en Latinoamérica". "Es la única forma viable para que dentro de 10 años siga existiendo, y para ayudar a la supervivencia del resto de la prensa escrita".
Eso dice, el proceso de formación de la opinión pública.
En virtud de qué sabiduría superior, en virtud de qué instancia sobrehumana este hombre ha de formar mi opinión. Los curas antiguos se entregaban con la ingenuidad de la fe al cuidado de las almas. Desde el púlpito ordenaban la vida de los hombres con la amenaza del futuro. La socialdemocracia confunde misión y negocio y vincula la supervivencia del periódico al pastoreo de la democrática grey.
Hercúlea, imposible misión . Dios ha muerto y la Prensa da sus últimas bocanadas. El negocio material se viene abajo y el negocio de las almas lo lleva mucho mejor Google. Así que bye, bye.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Así que bye, bye.

Toni Santillán dijo...

Thanks!