Cuentan en Gaza que los blindados y la infantería emplearon una táctica para evitar que los explosivos colocados bajo tierra por las milicias islamistas -las Brigadas Ezedín el Kassam, de Hamás, y las Brigadas al Quds, de Yihad Islámica- les sorprendieran. Las excavadoras se abrían paso derribando casas. Así los tanques avanzaban por los salones de las viviendas. Sin peligro a toparse con los explosivos preparados por los milicianos. "Hay residentes que no encuentran las calles donde estaban sus viviendas. Son todo escombros"
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Hablando con propiedad:
Hebreo (ibrí) es un término que, con excepción de Italia, no suele utilizarse para hacer referencia al pueblo judío. Hebreo aparece muy poco en la Biblia, fundamentalmente en el contexto de la salida de Egipto. Yahvé es el dios de los hebreos, y hebreos fueron los que salieron con Moisés de la Tierra de Esclavitud. Otros textos orientales, egipcios y mesopotámicos, mencionan a unos apiru, habiru, gentes que, independientemente de su origen étnico o religioso, tienen en común su carácter de grupo marginado: siervos o bandidos. En español lo común es usar hebreo para denominar a la lengua y su literatura. Los soldados del Ejército israelí hablan hebreo, hebreo israelí, pero no son hebreos. Israel, por tanto, no es un "Estado hebreo".
Judío (yehudí) es, en principio, el que pertenece a la tribu de Judá. Yehudí se suele traducir a veces como judaíta, para distinguir a los miembros de la tribu bíblica de Judá, y a los habitantes del reino del mismo nombre, de los que posteriormente se dispersaron por la Cristiandad y Dar al-Islam. La mayoría de las comunidades que actualmente existen en España pertenecen a la "Federación de comunidades judías de España", nombre que han adoptado tras corregir el galicismo "israelita" que usaron al principio.
Israelí (yisraelí) es el ciudadano del "Estado de Israel" (medinat Yisrael), que ocupa, de acuerdo con las fronteras reconocidas internacionalmente, una parte de la "Tierra de Israel" (Erets Yisrael), territorio que también se conoce como Palestina. Fue el emperador Adriano quien, tras sofocar la segunda revuelta judía, decidió desjudaizar oficialmente la provincia cambiando su nombre por el de Syria-Palaestina. Paradójicamente, un pueblo desaparecido hacía un milenio, los odiados filisteos que se asentaron en las dunas de Ascalón, Asdod y la hoy infeliz Gaza, terminó por dar también su nombre al territorio.
Como sucede con judío y judaíta, cuando se habla de los "hijos de Israel" del Antiguo Testamento, cuyas 12 tribus se extendían "desde Dan a Beer Sheva", no se suele utilizar israelí sino israelita. Ejército israelita sería el ejército de los míticos reyes David y Salomón, pero el ejército que ha atacado Gaza es un Ejército israelí. Poco queda de los hijos de Israel históricos: algunos grupos samaritanos que siguen viviendo en Siquén y que tras siglos de prácticas endogámicas están en grave peligro de extinción.
Sionista hace referencia al movimiento nacional judío que nació en Europa en el último tercio del siglo XIX. Pese a que el sionismo no es ni peor ni mejor que otros nacionalismos, goza de poca popularidad en ciertos ambientes, donde ser antisionista forma parte de las señas de identidad. En soflamas y consignas basta con llamar a Israel, despectivamente, "Estado sionista". Mala caricatura, pues Israel es una sociedad extremadamente compleja. El sionismo, además, siempre ha sido muy heterogéneo. Sionistas son Amos Oz y David Grossman. No sólo Bibi Netanyahu o los colonos, violentos y fundamentalistas, del sionismo mesiánico.
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