Caciques

Una de los agradecimientos que deberíamos hacer al reciente informe sobre España de The Economist es habernos devuelto el concepto de caciques para definir a los actuales políticos autonómicos. A veces una metáfora, una buena comparación es lo que se necesita para despejar las persistentes brumas y ver con nitidez el peñasco que teníamos delante.
No es extraño que los aludidos se defiendan con grosería: "se difama" a Catalunya y "se insulta" al ex presidente catalán Jordi Pujol, dice la consellera Tura. Es la señal de que se ha dado en el clavo.

El semanario británico, fundado en 1843, dedica esta semana la portada y una decena de reportajes a la situación económica española, bajo el título 'La fiesta ha terminado'. Lo que ha herido el sentimiento, como dice el delegado de la Generalitat en Londres en carta de protesta, es el análisis, que en la revista se hace, de la España de las autonomías, titulado ¿Cuánto es suficiente?
"La descentralización de los últimos treinta años ha tenido aspectos positivos pero hay un malestar creciente en algunos aspectos", se dice. Por ejemplo el "renacimiento de un viejo fenómeno político español, el cacique o jefe político provincial, como dice Antonio Muñoz Molina, un destacado novelista". Y cita como ejemplos a tres presidentes autonómicos: al andaluz Manuel Chaves y los ex presidentes Jordi Pujol y Manuel Fraga.