¿Por qué tanta virulencia?
Esperpéntica "Citizenship". La Ciudadanía "destraducida" al inglés se estrena con caos en las aulas valenciana.Con ese título dos periodistas informan sobre la impartición de Educación para la Ciudadanía en la Comunidad Valenciana. Les basta con acudir a dos aulas de 2º de la ESO de dos colegios, uno de Castellón y otro de Alicante.
Qué querrán decir los periodistas con semejante palabra: destraducida.
Para desacreditar esta opción de la conselleria educativa de Valencia los periodistas traen opiniones y estrategias de algunos docentes que están en contra de la norma. Los periodistas los
convierten en argumentos definitivos:
"No queremos incumplir la norma porque sí", explican, y exponen otro ejemplo para que los alumnos reconozcan la importancia de los inconformismos a lo largo de la historia. "Las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres y no podían estudiar. Si no hubieran protestado por ello, os tendríais que disfrazar de chicos o estar en casa fregando. Hay que protestar cuando creemos que se nos impone algo que es una pérdida de tiempo y un desatino", relata uno de los docentes.
Al acabar, y de manera muy prudente, una niña pregunta. "Pero, entonces, nuestros padres ¿pueden protestar?". "Claro que pueden protestar", le contestan los profesores y recomiendan que lo hagan a través de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos. "Pues iremos a España directo", añade la niña como solución a una polémica que parece entender. Como no hay dudas ni preguntas, los alumnos reciben un escrito de los profesores para sus padres. Así acaba la clase de Educación para la Ciudadanía "en inglés".Hasta las palabras de un alumno de 2º de la ESO sirven para combatir en esta guerra:
"El inglés es superdifícil, si ya tenemos una asignatura ¿para qué más?", se pregunta en voz alta un alumno que se sienta en primera fila. "¿Qué sabéis de esta asignatura?", pregunta la profesora. "Nada, je je", responden los alumnos. Como la mayoría de los centros docentes valencianos, el instituto Las Lomas busca una fórmula que eluda el galimatías creado desde el poder. Así que dividirá la clase en dos grupos y una semana un grupo recibirá clases teóricas en castellano y a la siguiente habrá actividades en inglés.Tanto el PP como el PSOE como educadores y pedagogos hablan de la progresiva introducción del inglés como lengua vehicular. Y sin embargo...
No hay cosa más fea que llevar el combate ideológico a las aulas.
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