La fotografía está dejando de ser una instantánea al modo de Cartier-Bresson –aquí te pillo, aquí te mato-, para acercarse cada vez más a las complejas composiciones de los pintores de antaño o a las elaboradas escenas del cine clásico. Qué se gana con eso, está por ver.
Así la nueva objetividad de los alemanes Daniel & Geo Fuchs que quieren mostrar al espectador puntos de vista inusuales sobre lo que ya conoce. Se inspiran en la escuela de Dusseldorf que catalogó edificios industriales siguiendo unos criterios muy estrictos. Se pueden ver los trabajos de Bernd y Hilla Becher, de esa escuela, en esta estupenda página. Daniel & Geo Fuchs por ejemplo han fotografiado insectos, plantas, cerebros, embriones de su serie conserving o los espacios de las oficinas vacías de
La fotografía narrativa concibe la foto como el origen o el final de una historia. El fotógrafo se vale de las poses e incluso de la actuación. Es el caso de la triunfadora de este año, Vanessa Winship, ganadora del Sony World Press Photo y del World Press Photo. En su serie Sweet nothing narra en blanco y negro la llegada de la mujer a la escuela en zonas rurales turcas.
Un paso más allá, las fotografías cinematográficas. Julia Fullerton-Batten en su serie school play retrata a colegialas uniformadas e distintos espacios: “Tardé un día por cada una de las nueve fotos. Trabajé con siete asistentes, dos maquilladores y dos peluqueros. Y utilicé quince focos”.
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