El embarazo como marketing político

No es que los periodistas vayan a la ministra. El presidente del Gobierno la nombró embarazada y embarazada ella se fue por do las tropas, por líbanos y afganistanes. Puro marketing político. ¿A quién le importa la callada gestión eficaz?

¿Y los periodistas? Gran agencia publicitaria, los periodistas, al servicio del gobierno. Qué penoso resulta ver a los periodistas reír las gracias en las ruedas de prensa, ya sea de ministros, empresarios o directivos del fútbol. U omitir las preguntas molestas. ¿Tuvieron algo que ver esos viajes con el adelanto del parto? ¿Se le aplicó la cesárea? ¿Compartió habitación con alguna otra parturienta, al parir en un hospital público, donde las habitaciones son dobles?

Los antiguos dependientes con bata, manguitos y cuello flexible están ahora en las redacciones televisivas.

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La producción corre a cuenta de una televisión (TV1) pública deficitaria –no por culpa, precisamente, de grades programas cultos y divulgativos-, el negocio, sin embargo, -discos, politonos, contratos publicitarios, merchandising- es para los directivos y empresarios de una televisión privada (La Sexta) que se montó gracias al negocio de intermediación del fútbol con otra televisión pública (TV3). Negocios limpio, pues. Beneficio sin riesgos y sin gastos.