De Carlos a Groucho Marx

Escucho esta mañana en la radio a Francesc Baltasar: “nos estamos pensando no materializar la tubería”. Traduzco directamente del catalán, palabra por palabra, pero es evidente que necesita una segunda traducción al sentido común. Se refiere al trasvase, palabra maldita. El conseller de medio ambiente Francesc Baltasar se ha hecho famoso en toda España por su errática gestión del agua. Aparte de la miseria política que supone el vaivén de las decisiones en función de la coyuntura, me pregunto de dónde sale ese estrangulamiento del vocabulario, de dónde procede esa necesidad continua de enmascarar el sentido, de alejar las palabras de la realidad. Probablemente es lo que les queda a todos estos políticos de la jerga marxista, que aprendieron en el catecismo de la Marta Harnecker. Un lenguaje anquilosado, esclerótico, que no transmite información alguna y que pretende fijar la realidad a la medida de sus consignas. Son los mismos que en los años pasados introdujeron en la enseñanza, a través de lo que llamaron reforma, un vocabulario rígido que no tenía por objeto mejorar nada, sino asentar su recién conquistado poder por medio de una jerga, al modo del argot con el que los delincuentes marcan su territorio, que aburrió a profesores y alumnos.

Como en los últimos años han logrado copar el Parlament de Cataluña, utilizan esa misma palabrería en los documentos oficiales, con lo que más que declaraciones parecen burdas copias de las burlas de Groucho Marx.

Así, esta increíble declaración sobre el uso de la bicicleta, del pasado 21 de mayo, que no creo que haya humorista en Cataluña que la pueda mejorar. Copio unos pocos párrafos:

Declaració del Parlament de Catalunya sobre l'ús de la bicicleta com a mitjà sostenible i saludable de mobilitat.

L'ús de la bicicleta contribueix a millorar la qualitat de vida dels qui la utilitzen i ofereix nombrosos avantatges socials, en la mesura que és un vehicle silenciós, net, assequible i sostenible.
La bicicleta ajuda a reduir la congestió del trànsit urbà, perquè necessita poc espai, tant en moviment com aparcada.

Les administracions públiques han de procurar millorar i incrementar les xarxes d'itineraris ciclistes, i afavorir-hi la intermodalitat i la multimodalitat.

Les administracions públiques han d'impulsar polítiques de promoció de l'ús de la bicicleta i han d'establir incentius fiscals a favor de l'ús quotidià de la bicicleta com a mitjà de mobilitat.

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Por azar, he dado con esta campaña, "Jo sóc la solució", de la que no he podido disfrutar en directo, pero que gracias a Internet, se pueden ver ahora las fotos. Tiene frases geniales: “para ser coherentes con lo que proponemos llegaremos a ti en triciclo”. Pero lo mejor, lo más marxista, son las fotos. Este conseller es una mina.