Juan Muñoz y retratos del Renacimiento

Dos exposiciones que no voy a perderme, si los hados me son propicios.

Esta de Juan Muñoz (Madrid 1953-Ibiza, 2001) que llega de la Tate Modern al Guggenheim de Bilbao hasta el 5 de octubre. Para mí, el escultor español más interesante del siglo XX. Son famosas sus esculturas de hombrecillos de rasgos asiáticos en actitud de conversación.

La otra es la muestra que el Prado dedica al retrato renacentista con 127 obras maestras de los siglos XV y XVI.

Este artículo de Susana Fortes azuza el deseo para acortar los plazos y llegar hasta el museo, aunque algunas de las historias que nos cuenta no las podremos verificar in situ: no podremos ver el rostro de aquella Ginevra de Benci que dejó escrito este verso: “Pido clemencia; soy un tigre salvaje”, ni tampoco el de Giovanna Tornabuoni, ni el de Simonetta Vespucci, que Botticelli pintara en El nacimiento de Venu.

Sí en cambio podemos ver el de El cardenal de Rafael, el Autorretrato de Durero o el Anciano con su nieto de Domenico Ghirlandaio.