martes, 26 de febrero de 2008

Sin frescura (Zapatero - Rajoy)

Si yo tuviera que escoger entre estos dos contendientes, que en algún momento parece que vayan a cogerse por los hombros como boxeadores sonados para no caer a la lona, no escogería a ninguno de los dos.

No me gusta su manera de enfocar los problemas, no me gustan las adherencias ideológicas con las que se manifiestan, no me gusta la falta de flexibilidad a la hora de escucharse, con las ideas previas inmutables, con la prédica preparada para responder, independientemente de lo que el otro diga.

Son como dos viejos venidos del pasado, incapaces de ver el mundo nuevo que se está abriendo ante sus ojos. Sus ideas son viejas, sus palabras son viejas, vieja su dialéctica. El uno cree que con su sola presencia, diciendo que es una buena persona, ya basta, como si dijese creed en mí, soltando datos vacíos que nada dicen sobre como enfrentarse al mundo nuevo. El otro lleno de moldes viejos, incapaz de tender una mano, con tono crispado, señalando lo que le separa de los demás, no lo que pueda unirle.

No creo que los jóvenes se puedan identificar con ellos, que les entiendan, que se puedan ver representados, como si viniesen de la generación de la posguerra, incluso de antes. Enfático el uno, profesoral el otro, buscando la fibra sentimental el primero, apabullando con datos el otro.

Hecho en falta un candidato que tenga un proyecto que ilusione, que hable del futuro, integrador. Ninguno ha presentado un plan para resolver los grandes problemas, el de la vivienda, el de la inmigración, el del envejecimiento imparable de la población, el de la educación, el de la cohesión social.

Cuesta trabajo pensar que durante los próximos cuatro años tendremos a uno de los dos en la Moncloa, que en el horizonte no se vea un partido moderno, que se olvide del pasado, que mire hacia adelante.

**

"Afiliarse a cualquier ideología. Cuando uno lo hace, se afilia a un espejismo, una ilusión y un engaño, que siempre responderá con violencia cuando se le reta".

3 comentarios:

Puigmalet dijo...

Trist trist, el debat. Massa pressió de totes bandes tenien i molta manca de personalitat. Presentaven les dades en esquemes infantils i els seus arguments eren sovint del mateix nivell. Estava tot tan prefigurat, pactat i assajat que transmetia més tristor que no altra cosa. Ni una espurna d'enginy, ni un moment de lucidesa política.

Ai, com aniran les Espanyes...

Toni Santillán dijo...

¿Eso se llama un lavado de imagen, un liftin, new look, depuración personal, búsqueda de la inocencia o vuelta a los orígenes?

Puigmalet dijo...

C'est la recherche du temps perdu, mon ami