miércoles, 23 de enero de 2008

Funes el memorioso en un hombre de Wisconsin

Existe una rara enfermedad, la "hipertimesia", que impide a quien la padece olvidar nada. Brad Williams puede recordar absolutamente todo lo que ha vivido. Fechas, nombres, lugares o detalles como qué hacía o qué pasaba, pongamos hace 15 años a las 11:00h de la mañana. Todo. "Es como una enciclopedia andante", dicen sus compañeros de trabajo.

Borges ya lo había contado en Funes el memorioso, un relato de su libro Ficciones.

Ireneo empezó por enumerar, en latín y español, los casos de memoria prodigiosa registrados por la Naturalis historia: Ciro, rey de los persas, que sabía llamar por su nombre a todos los soldados de sus ejércitos; Mitrídates Eupator, que administraba la justicia en los veintidós idiomas de su imperio; Simónides, inventor de la mnemotecnia; Metrodoro, que profesaba el arte de repetir con fidelidad lo escuchado una sola vez. (…) Nosotros, de un vistazo, percibimos tres copas en una mesa; Funes, todos los vástagos y racimos y frutos que comprende una parra. Sabía las formas de las nubes australes del amanecer del 30 de abril de 1882 y podía compararlas en el recuerdo con las vetas de un libro en pasta española que sólo había mirado una vez y con las líneas de la espuma que un remo levantó en el Río Negro la víspera de la acción del Quebracho”.

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Para delicados espíritus románticos:

Una lengua menos
Muere en Alaska a los 89 años la última nativa que hablaba el idioma ‘eyak’

2 comentarios:

Puigmalet dijo...

"La llengua és la casa de l'ànima." Heidegger referint-se a un vers de Hölderlin.

Toni Santillán dijo...

En el propio enunciado lleva esa sentencia su condena. La comparación lengua casa no es muy buena (la lengua es desarrollo, apertura; la casa huele a cerrado). "Alma" es vocablo impreciso, que no se sabe qué pueda determinar. Probablemente sería muy osado si dijese que gran parte del éxito de Heidegger se debió a sus imprecisiones.