Un músico callejero, pasada la treintena, encuentra en la calle a una joven inmigrante que como él también está tocada por el don de la música. La música les une, componen tocan, son aficionados, buscan su oportunidad. El recuerdo de sus relaciones pasadas les separa. Él acaba de ser abandonado por su mujer, la añora, sus canciones hablan del amor perdido. Ella tiene una niña, y un marido que aún vive en Chequia. La frecuentación de la música va tejiendo entre ellos una relación afectuosa que no acaba de realizarse como amor. Eso es todo. Muchas canciones, unas mejores que otras. Pequeñas escenas que buscan la identificación del espectador a través de la media sonrisa. Los actores se interpretan a si mismos, son los compositores y cantan sus propias canciones. La peli, como en general todo el cine irlandés, está bien hecha, con muy poco dinero (lo que pocas veces consigue el muy subvencionado cine español). Una película pequeña, una película agradable.
lunes, 17 de diciembre de 2007
Once
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