martes, 4 de diciembre de 2007

El arte es una mierda

Siguiendo la estela de aquel artista italiano, Piero Manzoni, que cifró su singularidad ("cajitas de Merda d’artista, contenido neto 30 gramos, conservada al natural, producida y enlatada en el mayo de 1961") en el valor corriente del oro, el madrileño Santiago Sierra expone en una galería londinense “21 módulos antropométricos de idéntica forma geométrica y aspecto terroso dispuestos en las tres salas”. Que traducido queda así: módulos hechos con excrementos humanos recogidos en las ciudades hindúes de Nueva Delhi y de Jaipur por los trabajadores del movimiento sanitario Sulabh International of India, muchos obligados desde la infancia a acarrear mierda humana en compensación por la maldad desplegada en su vida anterior.

Y explicado, así: la cosa resulta del "previsible talante irreverente, dadaísta de Santiago, quien en obras siempre directas y potentes llama la atención sobre las situaciones más inhumanas del mundo, como la supervivencia del régimen de castas en la India" (Elena Crippa, comisaria). O bien, la obra supuso "una experiencia de aprendizaje casi religiosa", por el descenso "hasta el fondo de la condición humana" y el "regreso con algo que está excluido de las actuales autopistas de la información" (el propio Sierra).

Sierra, leo en una revista de arte, dirige su trabajo hacia la denuncia de las problemáticas de nuestro tiempo y en especial a la explotación en el capitalismo globalizado.

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El arte actual es de lo más previsible. Véase sino cómo han coincidido las casas de apuestas británicas y los críticos al dar como ganador del premio Turner a Mark Wallinger (1959) y su State Britain, donde a través de pancartas y eslóganes, del tipo "Asesinos de bebés" o "No más guerras", recrea las protestas contra la guerra de Irak. El jurado corrobora la reducción del arte actual a perrillo faldero de la actualidad: "la obra combina una valiente declaración política (valorada en 35.000 euros, el premio) con la habilidad del arte de articular verdades humanas fundamentales".

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Puestos a elegir destino para el próximo puente, yo optaría por esta exposición que saca los libros y estampas eróticos del “infierno” de la Biblioteca Nacional de París.

1 comentario:

Puigmalet dijo...

Anomenen 'Infern' on guarden les obres marranes. Què deu ser el 'Paradís'?
Entre la merda i el sexe, millor el segon, clar.