No sólo conviene seguir la pista de lo que hacen los héroes de este mundo, aunque ya no queden, también la de los personajes tristes o negativos, a pesar de ellos mismos. Tal es el caso de este coronel holandés al mando de los soldados de la ONU, que guardaban el enclave serbiobosnio de Srebrenica, cuando ocurrió la matanza de 1995. El tribunal internacional de la Haya ha dictado ahora que hubo genocidio, pero que el estado Serbio no es culpable. Los responsables directos, el general Mladic y el líder político Karadzic, siguen libres, sin que ese estado haga nada por detenerlos. 8000 bosnios musulmanes varones fueron asesinados a sangre fría, ante la mirada impasible de las tropas de la ONU comandadas por Jon Karremans. Los cascos azules holandeses no sólo no detuvieron la matanza que ocurría ante sus ojos, tampoco devolvieron a los milicianos musulmanes el armamento, que antes les habían entregado, para que pudieran defenderse. Ahora una periodista entrevista a este hombre, que vive su jubilación en Alicante, a la sombra de palmeras, pinos y buganvillas, en las colinas cuajadas de magníficos chalés, escribe, supongo que para que el contraste entre su pasado y su presente lo haga más odioso. Por si con eso no bastase el periódico reproduce la famosa foto en la que el coronel brindaba con el genocida Mladic poco antes del suceso. Él se sabe condenado y dice, transpirando rencor, según apunta la periodista, El pueblo es el que sufre, pero ¿a quién le importa? ¿A quién le importa Srebrenica? En un informe oficial holandés del 2002, que hizo caer al gobierno, se acusó a Karremans y a sus hombres de cobardes por no actuar contra las tropas de Ratko Mladic. Supongo que no debe haber acusación más grave para un militar. Sin embargo hay un culpable mayor en este asunto. Los cascos azules eran pocos, un puñado de soldados protegiendo a 35.000 civiles. Reclamaron apoyo aéreo y el general al mando el francés Bernard Janvier rechazó la petición. ¿Para qué sirve la ONU, aparte de para gastar enormes sumas en campañas retóricas como la del cambio climático? ¿Ha resuelto alguna vez algún conflicto?
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