miércoles, 7 de marzo de 2007

Jóvenes y vivienda

Lo de la inmigración es un problema, esperemos que no sea una bomba de relojería (aquí la política sí cuenta y también el esfuerzo educativo de la sociedad), pero este otro problema también podría estallar. Los jóvenes y la vivienda. ¿Qué hacen todos esos jóvenes entre 25 y 30 años, y más allá de esa edad, en casa de sus padres? A los padres cada vez les resulta más difícil soportar esa carga de jóvenes crecidos y mal criados. Y éstos, que no encuentran la ocasión de hacerse adultos, no ven el puente bajo el que construir su guarida. Dos generaciones jodidas. Vimos ayer en que devienen la globalización y la tecnificación galopante: mayor riqueza pero cada vez peor repartida (y no hablo ahora del primer mundo y del último). Las páginas de economía al final de cada trimestre, contando los resultados de las empresas, son una obscenidad (tanto mayor cuando la hipócrita izquierda está en el poder) y las laborales, cada día un drama. Más empleo, sí, pero muy precario y con salarios deprimentes. En 2004 (últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria) el 25% de los barceloneses tenían ingresos anuales inferiores a 6.000 euros. En el 25% de los hogares los ingresos eran inferiores a 10.000 euros. Quién puede comprar una vivienda así. En 2001 una familia necesitaba 15 años de sus ingresos para comprarla, en el 2004, 21 años. No sabemos la cifra para el 2007. El malestar social es palpable. Poco antes de navidades hubo en distintas ciudades manifestaciones espontáneas de jóvenes mileuristas, protestando por esta insostenible situación, sin cobertura de partido, sindicato o asociación alguna. De momento, la cosa no fue a más, porque ni partidos políticos ni periódicos (representantes ambos de los intereses de los grandes grupos económicos) están interesados en hacerse eco de la situación. Pero la cosa no acabará ahí. El 68 estalló durante la llamada década prodigiosa.


Nota al pie.
1. Para El País, la literatura no es simplemente escribir bien, es farándula, los escritores, por serlo, dejan de ser hombres comunes, y sus obras son acontecimientos primordiales.

2.
Jean Baudrillard ha muerto. Este hombre, sociólogo posmoderno, afirmó en vivo y en directo que la guerra del golfo no había sucedido.
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Arcadi Espada, esta mañana, ha sabido dar la noticia mejor que yo: "Ha tenido lugar la muerte de Jean Baudrillard".

3 comentarios:

Cronopio Urbano dijo...

No entiendo qué significa que "el problema de la inmigración estalle". ¿Si hace miles de años que ocurre, cómo todavía el mundo sigue en pie?
Creo que el de la vivienda sí es un problema.

Cronopio Urbano dijo...

Otra cosa: en ningún momento se nombra la actitud de García Márquez a negarse a visitar España por la política de inmigración que adopta. ¿Alguien lo ha leído en algún lado?

Toni Santillán dijo...

1. Inmigración y vivienda están asociados. En algún momento se dejará de construir en España. La construcción de viviendas en España en la actualidad es supeior a la de Francia, Alemania e Italia juntas. Un despropósito. ¿Quién trabaja en la construcción? Qué pasará cuando toda esa gente se quede sin trabajo? Tienes razón la humanidad siempre se ha estado moviendo. Eso ha provocado cambios continuos, unos positivos, otros no tanto. Repasa la historia.
2. García Márquez hizo esas manifestaciones. No recuerdo cuando. Probablemente al final de periodo de Felipe G. o al comienzo del de Azanar. Se refería a la politica de visados obligatorios para latinoamericanos que la UE exigía a España.