El chantaje de la sangre

Oigo A vivir que son dos días, el dominical de la SER, a la mañana siguiente del atentado de la T4. Los contertulios se esfuerzan en decir que el PP esto y lo otro, que el PP debe de ser solidario con el gobierno, que el único culpable es ETA, pero que el PP esto y lo otro. El hecho trágico desaparece bajo las opiniones partidistas. Se aferran a las palabras frente a los hechos: esperan anhelantes el comunicado de ETA, desde el día siguiente, no sé para qué, quizá para que les confirme que lo sucedido no ha sucedido, que los muertos sólo son desaparecidos. Ahora yo debería decir que todas las emisoras, que todos los políticos, que el PP, pero no lo voy a decir.

Uno de los contertulios se llamaba Mila, así lo decía Àngels Barceló, tenía acento vasco y maneras del PNV, no he conseguido su nombre completo por más que he rebuscado en la web de la emisora. Tampoco están colgados en su fonoteca los archivos de esta sección, así que pido fe en mi memoria. La tal Mila, digo, decía que el PP no podría seguir con su política, que hasta ahora hablaba impunemente, que lo que decía le salía gratis, porque ETA llevaba tres años sin matar, eso decía, pero que ahora podría haber más sangre y que por tanto tendría que cambiar de política. Eso decía, que el PP tendría que cambiar de política porque ETA había matado y podía seguir matando, asumiendo el discurso del chantaje, el discurso de que la sangre tiene precio, pero no para quien la derrama, sino para quien corta con el cuchillo. No sé si era consciente de lo que decía o si sus palabras eran mero acto reflejo, acaso porque conviva con gente para quien es natural pensar de ese modo todos los días. No era capaz de ver la inmoralidad de su posición. Los contertulios no dijeron nada (Suso del Toro, Eduardo Sotillos, Jose Martí Gómez). Ni Gorka Landabúru, una víctima de ETA, a quien entrevistaron a continuación, dijo nada. Eso en la SER, el domingo por la mañana, al día siguiente.

No es importante saber quién es esta Mila, pero vale como ejemplo, representa a todos los que como ella no sólo comprenden las acciones o los accidentes que ETA provoca, sino que dicen que hay que pagar un precio. Lo que me llama la atención es que esa opinión sea moneda de curso legal, que haya conductores de programas y empresarios culturales que la validan, es decir, que validen el chantaje de la sangre como forma de hacer política. Mila, contertulia de A vivir que son dos días, en la cadena SER, al día siguiente de la tragedia.

Notas al pie.

1. Este fragmento del comunicado de ETA: "Así, queremos hacerles llegar nuestro más sentido pésame a los familiares y amigos de Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, fallecidos en el atentado, y al pueblo de Ecuador".

2. Esta noticia de última hora: "El PP confirma que no respaldará la manifestación del sábado porque "genera división". O sea, !no se une a la a la manifestación, porque si lo hace crea división!

3. Y aquí el gran artículo de Savater.