jueves, 25 de enero de 2007

De víctimas y verdugos. I

Txapote, y ahora De Juana Chaos. ¿Es posible que estos asesinos que han acabado con la vida de tanta gente, 25 en el caso de De Juana Chaos, estén en condiciones de pensar lo que han hecho? Han cometido crímenes y se ha de producir la necesaria reparación material, la fuerza de la ley con sus penas. Pero hay un proceso paralelo, aún más lento que el de la lenta justicia, el de la reparación moral, que implicaría una rehumanización de las víctimas y, acaso, de los verdugos.

Que hay en la cabeza de un terrorista que ha acabado con la vida de 25 personas. Si no temiera hacer mala literatura diría… Durante 19 años con sus días y sus noches este hombre no ha dejado de ser hombre y ha tenido tiempo para que un resquicio de luz penetrase en su mente. Decir fanatismo para resumir su posición es simplemente mencionar una palabra abstracta. Su corazón palpita como cualquier otro, por su mente han vuelto a pasar las imágenes de las acciones que precedieron y ocasionaron muerte. Mucha gente como él las recordará, pero él no podrá deshacerse fácilmente de ellas, como sí lo pueden hacer sus partidarios, porque son capaces de encajarlas en una cadena causal. Él no puede hacer eso, como tampoco sus víctimas, porque vivió esos hechos como únicos y exentos, aunque intentará erradicarlos de su conciencia porque no podría soportar el enorme peso de la culpa. Si así lo hace, si deja vacía su mente, dejará de ser hombre y su vida será meramente vegetativa. Qué camino le queda. No es posible que pueda redimirse por sí solo. No se tiene noticia de criminales nazis arrepentidos, simplemente han desaparecido, se han transformado en otros, no se reconocen en aquello que fueron en su juventud; han hecho desde entonces una vida entregada a las cosas, una vida que hace imposible el despertar de la conciencia. Esta segunda huelga de hambre de De Juana puede ser la respuesta de una conciencia medio despierta (los dos artículos en Gara, por los que fue condenado la última vez, muestran una mente aprisionada por su ideología, pero inquieta, que hace preguntas, con algo de luz): desea mostrar que no es un farsante, como se le acusó la primera vez, quizá quiera sofocar la culpa, que ya le pesa demasiado, llegando hasta el final, y al tiempo, convertirse en héroe, si sobrevive, y en mártir, si muere. Pero es evidente que esa doble y contradictoria salida no le rehumaniza. Para ello sólo tendría un camino, que a casi todos los que están en su situación les resulta imposible o casi, moverse hacia la víctima, esperando que ésta también se mueva. Necesita acercarse a sus víctimas, reconocerlas, ponerse a su disposición, porque esa es la única forma de ser perdonado y de paso redimirse. Y en ese mismo movimiento, contrafigura de la acción que ocasionó la muerte e inició la culpa, rescataría a la propia víctima del pozo en que ésta se halla.

Nota al pie. Edad, ese tiempo específico que habla a través del cuerpo. Magnífico artículo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo por mi parte no temo hacer mala literatura, dicen que la ignoracia es atrevida y allá va lo que pienso:
A la pregunta que lanza Toni Santillan respecto a qué tiene ese hombre en la cabeza para haber acabado con la vida de 25 personas yo lo tengo más que claro: LO QUE HAY EN SU CABEZA ES MALDAD, OBCECACIÓN.
¿Cómo va a redimirse? Estos hombres y mujeres no se van a redimir pues concentran todos sus esfuerzos a su profesión que es asesinar y otras lindezas... Del mismo modo que cualquier vecino se esfuerza por hacer bien su trabajo pues de ello dependen sus lentejas y su realización en otras facetas más elevadas que llenar el cuajo. No habrá nunca redención pues están convencidos de que lo que hacen "es lo que deben hacer"... y la escuela de sus prácticas sigue funcionando y formando nuevos cachorros... Esto es imparable por la vía del diálogo tonto.

Anónimo dijo...

Si teneis oportunidad pinchad en el artículo "Edad, ese tiempo específico que habla a través del cuerpo"... para los jóvenes es una ventana a lo que la vida deparará (si se llega, que no hay nada asegurado) y para los que ya cuentan con un bagaje de vida más extenso os lanzo una pregunta: ¿os habiáis parado a pensar en éstos términos que plantea el artículo?
Ya no me refiero a haberlo puesto en palabras, en alto, pero ¿habéis hecho que alguien se sienta tan querido al sentir que le deseáis con independencia de su propio aspecto? ¿Alguien os ha dicho alguna vez que quiere "desearos siempre"? claro, teniendo presente el pago del peaje. También me pregunto, qué ocurre cuando esos dos cuerpos que yacen juntos no tienen memoria uno del otro, de ese "esplendoro" pasado, ¿cabe entonces la memoria del cuerpo desconocido? ¿se puede hacer un volcado de recuerdos ad hoc? En fin, a ver si me tomo un café y empiezo a elucubrar mi propio blog anónimo.