sábado, 27 de enero de 2007

Cambio climático

Con ese aire de trilero fondón o de mago que oculta la última carta mientras te muestra una sonrisa titilante, especialmente cuando sube a una escalera, en el escenario, para mostrarnos como se dispara el indicador del CO2, Al Gore ha distraído y asustado a medio mundo con el encanto dramático de la mala nueva: el cambio climático. Sólo le falta decir en el documental: ¡Esta vez va en serio! Pero An Inconvenient Truth esta más cerca del espectáculo televisivo del telepredicador que de la información científica. Al Gore demanda del espectador fe y confianza, no que ejercite la razón confrontando posiciones o datos contradictorios, como son los que nos ofrece el clima, especialmente si tenemos en cuenta series temporales largas, como la que muestra la imagen de arriba. Pero no hablemos hoy de informes científicos, sólo de periodistas. Porque si uno tuviese la paciencia de rastrear los periódicos de los últimos 100 años se daría de bruces con el mismo truco de magia unas cuantas veces. Pesada labor. Bueno, no preocuparse, alguien lo ha hecho por nosotros y ha descubierto que un periódico famoso y supuestamente honesto como el New York Times ha asustado a sus lectores hasta cuatro veces con la amenaza de las catástrofes del cambio climático. En dos ocasiones el mundo se acabaría por una abrupta glaciación y en otras dos por el calentamiento global. Aquí está el artículo original que saca los colores, entre otros, al periódico del Watergate y que hace un repaso de cómo en lo últimos 100 años los periodistas se han divertido asustando a la gente, y aquí la disculpable, por rápida, traducción. Lo que ha de reprocharse a los periodistas es que presenten una única versión del tema del cambio climático y que no ofrezcan una atención comparable a los que defienden una argumentación opuesta o al menos escéptica.

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