Señor, ya es tiempo. El verano fue muy
grande.
Pon tu sombra sobre los relojes de sol
y suelta los vientos por los campos.
Haz madurar los últimos frutos;
dales dos días más del sur,
aprémialos a la perfección
e imprime en el vino espeso la última
dulzura.
Quien ahora no tiene casa, no la tendrá.
Quien ahora está solo, seguirá solo,
velará, leerá, escribirá cartas largas
y andará inquieto por las avenidas
cuando las hojas rueden.
Cualquier día es bueno para leer un poema de Rilke. Hoy
hace 99 años que murió.
Vida de Rainer María Rilke. La belleza y
el espanto. Antonio Pau. Trotta.
Cuarenta y nueve poemas.
Minima Trotta. Traducción e introducción de Antonio Pau.

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