El ciclo se ha cumplido.
¿Es tan corta la vida?
¿Cuándo supimos que no
era para siempre? Seguramente cuando los achaques del cuerpo empezaron a ser
serios. Lo segundo que aprendes es: "Fui feliz sin saberlo". A partir
de ahí todo es melancolía y voluntad de vivir el presente. Eso nos decimos
voluntariosos, ‘Goza el presente’, aunque ya no queda sino memoria: “Que esta
tarde ocurrió hace mucho tiempo”. La mayor parte de los poetas si no todos se
entregan a esos sentimientos cuando la vida se les escapa, cuando ven que esa
hermosura que pasa delante sin girar la cabeza ya no será suya, se dan cuenta
que en el pasado tampoco fueron suyas, salvo quizá un breve tiempo. Ahora,
cuando la vida son solo destellos, como agua escurriéndose entre los dedos,
sienten que en aquellos breves momentos fueron felices sin saberlo, que no
volverán, ya no hay remedio.
A esa melancolía se
entrega Eloy Sánchez Rosillo en el libro de poemas que reconoce será su último
libro, Venir desde tan lejos, que es otra forma de melancolía, pero con
la esperanza de que después de este haya otro libro, pues acaso ¿vivir hasta el
último aliento no es esperar que algo suceda? La vida es espera continua, brevísima
la sensación de estar completo. “Mi vida ha sido larga, pero qué corta ha sido”.
Sabedores de esta espera
desesperada nos damos a la borrachera y al canto:
"Si respiras la vida hay que cantar.
Canta por dentro, aunque te sientas triste".
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