Wade Whitehouse se gana la vida como policía - agente
de tráfico más bien - en una pequeña localidad del noreste de Estados Unidos.
Como su salario es misérrimo acepta otro tipo de trabajos, como aplanar la
nieve, para llegar a fin de mes. Está divorciado y de vez en cuando se ocupa de
su hija, aunque no sabe muy bien cómo tratarla. El desorden, la incompetencia y
la inhabilidad social son las marcas de su carácter. Solo Margie (Sissy
Spacek), su novia, ayuda un poco a atemperarlo.
En una personalidad siempre al borde de la implosión,
el momento llega cuando un sindicalista muere por accidente en una partida de
caza. Wade cree que un compañero suyo está implicado en la muerte, que ha
habido una conjura para eliminarlo en la que están implicadas personas
poderosas del pueblo. Esa idea crece en su cabeza cuando la comenta por
teléfono con su hermano (Willem Dafoe), profesor en la Universidad de Boston,
quien lo alienta para que siga con esos pensamientos.
El hermano es el narrador en off que va punteando la
película en pasado. Ambos han sufrido el maltrato de un padre borracho (James
Coburn en su mejor papel). Wade recuerda escenas de su infancia cuando el padre
lo maltrataba tanto a él como a su madre. El hermano parapetado detrás de Wade
pudo salir adelante y convertirse en profesor, mientras Wade se quedaba para
asistir a la ruina de sus padres.
Que Wade Whitehouse sea un personaje complejo y Aflicción
una película memorable al estilo de los grandes dramas clásicos se debe a que
escapan a las convenciones del género. El guion se basa en la novela homónima
de Russell Banks y en la propia experiencia vital de Paul Schrader, criado por
un estricto padre calvinista que no le dejaba ver películas mientras vivió con
él. La tercera pata para que se mantenga en pie la película es la
interpretación de Nick Nolte: compone un personaje desgarrador cuyo patetismo
espanta, un desahuciado por el que nadie va a mover un dedo. No solo el resto
de los personajes huye de él, el propio espectador.
No hay redención posible para Wade Whitehouse.
Naturaleza y circunstancia le han conducido a un callejón. Por ahí se emparenta
a otros personajes salidos de la pluma de Schrader, los protagonistas de Taxi
Driver y Toro salvaje. En las películas posteriores buscó algún tipo
de salida a los personajes torturados de sus películas, en esta está condenado
desde el principio, sin posibilidad de salir a flote.
Aflicción
es de 1997. Es la mejor película de Paul Schrader. Ha quedado como un clásico,
no a la manera de Hollywood, sino en la tradición occidental de los grandes
dramas que se revisitan de vez en cuando para no olvidar cuál es la materia de
la que estamos hechos. La tienes en Prime Video y en Filmin.
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