Hay
una ruta senderista sobre acantilados y dunas que va de Sines al Cabo de San
Vicente. La llaman Rota Vicentina en honor del San Vicente valenciano,
que por lo visto estuvo por estas tierras antes de que lo enterraran en Lisboa.
Puedes hacer la ruta caminando o en bici. Si optas por la bici recorrerás el
llamado Camino Histórico, que comienza en la ciudad Santiago do Cacem,
una de las ‘Miróbrigas’ romanas de la península, y sigue por Cercal, San Luis,
Odemira y San Teotónio. Si escoges la opción senderista lo harás por el llamado
sendero del Trillho dos Pescadores. Ambas
rutas se encontrarán en Odeceixe para seguir juntas por Rogil, Aljezur,
Pedralva, Vila Do Bispo y Sagres para acabar en el Cabo de San Vicente.
La
más interesante es la ruta de la costa, la senderista. Irás pegado a los
acantilados por senderos donde a menudo se te hunden los pies debido a que
atraviesas dunas, por lo que se hace imposible para las bicis. El paisaje es
espectacular, aunque a veces tendrás que hacer algunos kilómetros por el
interior, sorteando bosques de alcornoques y bosquecillos de una especie de
acacia que aquí aparece como arbusto invasivo junto a la rastrera uña de gato,
otra invasora. En la mayor parte del trayecto verás, desde lo alto, romper el
oleaje del océano sobre la roca oscura de acantilados abruptos o sobre la arena
de playas recoletas, casi vírgenes.
En el
puerto de Sines atracan grandes buques con contenedores que vienen de Asia. De
aquí era el gran navegante Vasco de Gama que abrió las puertas de la India y de
las Islas de las Especias para Portugal.
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