lunes, 8 de abril de 2024

This is the End

 



"La ciudad fue tomada y saqueada, y los turcos irrumpieron en ella como una inundación. Hubo una gran matanza, y muchos fueron hechos prisioneros. Los que escaparon de la muerte se dispersaron por todas partes." Jorge Frantzés, historiador bizantino.


"Oh, ciudad amada, ahora eres un desierto. Tus calles están llenas de sangre y tus casas están en ruinas. Tus hijos han sido asesinados o esclavizados. ¿Cómo podemos llorar lo suficiente tu caída?". Nicolás Sagundino, poeta cretense.


"Con la caída de Constantinopla, ha perecido la luz del mundo. La civilización romana ha llegado a su fin." Genadio Scholarios, patriarca de Constantinopla.


El miedo es el telón de fondo de nuestras vidas. Hay un miedo cósmico, más o menos difuso, un meteorito que acaba con la tierra, el cambio climático catastrófico, lluvias incendios terremotos. La fatalidad de la vida sobre la tierra: la vida existe, pero pudo no haber sido; en algún momento desapareceremos. Luego está la caída de las civilizaciones, Roma destruida por Alarico en el 410, Constantinopla invadida por Mehmed II en 1453. El miedo a caer de golpe en la pobreza y la barbarie. Y luego está la ruina familiar, el temor a dejar a los hijos en la calle.



Dos películas recientes reflejan el miedo del hombre contemporáneo. Ambas en Amazon Prime. En Saltburn, un chico llega a Oxford desde una familia humilde. Deslumbrado por la inteligencia, la belleza y el resplandor se avergüenza de sus orígenes humildes y se acerca a un joven aristocrático del que se enamora y repudia al mismo tiempo. Invitado al castillo familiar, entra como una polilla para destruir el delicado tejido construido durante siglos. Una clase una época una civilización quedan reducidas a cenizas sin que en el horizonte aparezca nada 'civilizador' que lo sustituya. Bajo la piel de la película late el miedo de Europa ante la inmigración procedente de África o Asia, un miedo que parte de la extrema derecha Europea identifica con el concepto 'sustitución'. También el miedo a la barbarie que ponemos en la bota de Putin o en la potencia de la inmensa y tecnológica China.



En The Nest el director y guionista sitúa la acción en los años 80, cuando Reagan y Tatcher. El protagonista cree que la riqueza que promete el neocapitalismo está a su alcance, basta con quererlo. Hace que su familia abandone la vida que llevan en Nueva York para trasladarse a la promesa de Londres. La película refleja el miedo de las familias a verse desposeídas; paso a paso, como en una peli de terror, asistimos a la ruina imparable que lleva a esta familia del bienestar a la nada.


Si queremos hallar consuelo podemos decirnos que los sabios huidos de Constantinopla regaron el Renacimiento de las ciudades italianas y que gracias a ellos inflamó mentes como la de Colón y Magallanes para poner la piel extensa del mundo a la vista de todos. Lo mismo podríamos decir de la inmigración y de la promesa de la IA.


Musik. This is the end my only friend, the end.



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