jueves, 11 de abril de 2024

Homicida

 




Volvía a la ciudad por la carretera de Poza, entre el club de golf y Hurones. El día despejado, limpio, con algo de viento dándome en la espalda. Poquísimos coches en esa carretera, con pocas curvas y buena visibilidad. De pronto una autocaravana enfila la recta tras una curva; detrás un coche entre grana y color burdeos con la chapa vieja y descascarilla, quizá un Renault. Tuve un mal presentimiento.


Y en efecto, tras el fin de la línea continua, a pesar de verme con camiseta amarilla y luz delantera, he pensado 'Este se me viene encima, adelantando a la autocaravana. No esperará unos segundos a que su carril izquierdo quede completamente libre'. Y así ha sido. Es imposible que no me haya visto. Se ha lanzado a adelantarla y ha cruzado por el medio, entre la autocaravana y mi frágil bicicleta. He frenado y me he puesto lo más cerca de la hierba posible, en el límite del arcén. Apenas me ha dado tiempo a ver una cabeza con gafas de patilla gruesa y negra, cuadriculadas. Mientras pasaba rozándome, le he gritado con toda la fuerza de mi voz, 'Mala persona'.


La próxima le gritaré,'Que el diablo te lleve', esperando que una conjunción de fuerzas haga cumplir mi deseo y arda en las llamas de un infierno que hace tanto tiempo tiene las puertas cerradas. Toc-toc-tocando las puertas del infierno. Que se abran para los homicidas.


Musik: Mama, put my guns in the ground.




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