lunes, 18 de septiembre de 2023

Paródico

 


1. Yo era un consumidor razonablemente satisfecho con los yogures de soja de la marca Alpro. Con la pandemia y la subida de precios consideraron que su enriquecimiento era tan lento que nunca alcanzarían a Elon Musk así que subieron los precios de 1,99 a 2,60. En algún momento pensaron que sus ambiciones eran excesivas y que quizá deberían conformarse con llegar hasta la fortuna de Amancio Ortega, así que rebajaron el producto de sus envases de 500 a 400 g, dejando el mismo precio. Los economistas lo llaman reduflación. En el diccionario hay mejores y más precisas palabras.




2. El nacionalismo no sólo es una retórica discursiva (combustible) sino ante todo un sistema práctico de discriminación en favor de una parte diferenciada de la población, étnicamente marcada, en contra de otra, la más débil, previamente denigrada. Estudio aquí.


Por ello no será derrotado por retóricas discursivas alternativas, mostrando sus incoherencias lógicas, mientras haya partes de la población beneficiadas por él. La única forma de ponerlo en evidencia y derrotarlo es fortaleciendo el Estado de Derecho, y poniendo la igualdad entre ciudadanos por encima de cualquier otra acción política; la defensa de la legalidad frente a las zonas de sombra llamadas derechos históricos.


3. En el proceso de sustitución de la realidad por el artificio hemos alcanzado el escalón superior de la representación, como no podía ser de otro modo, la parodia. No creo que haya otro país en Europa en el que la parodia haya alcanzado tal virtuosismo. Todo es paródico. Como la India ha cambiado su nombre por Bharat, nosotros deberíamos cambiar España por Parodia.




4. Si viésemos el mundo únicamente a través de las pantallas del mediodía, es decir bajo la orientación política, la simplicidad es tan reconfortante como estremecedora. Si abrimos el foco entonces aparece la confusión y el tartamudeo, es decir la complejidad. Dos ejemplos: aquí y aquí.




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