Comienza el curso
El sol pugna por desenmarañar la neblina
El viento desde el norte empuja hacia el mar
No es un viento frío sino graso
Fluido en las manchas que deja sobre la piel
Aceitoso y fétido
No se divisa un punto al que llegar
Sino el loco agitarse de las hojas
El movimiento sin fin del remolino
Un vendaval que no preludia una mañana limpia
Sino un árido despertar
Engañosas sensaciones de movimiento
El Bronco rugido de los jinetes del aire
Despegando
Vomitando de su vientre pasajeros derrotados
Vehículos fantasmales en la autovía
Corredores ciegos en los márgenes de la playa
Ciclistas desafortunados
No hay aves ni animales buscando a dónde ir
Solo el viento enfurecido
Y el cielo opaco de la inundación
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