- Anoche por fin vi Barbie
- ¿En el cine?
- Ya está en las plataformas de streaming, en alquiler
- Cuenta
- Lo peor no es mantener durante un tiempo interminable en el total del metraje un decorado donde la palabra kitsch sería la más digna del mundo, en comparación, porque esta peli no es kitsch es otra cosa, a sabiendas, claro; lo peor no es mover muñecos de palo como si fuesen humanos articulados, aunque sin genitales, eso sí, sin vagina y sin pelotas; lo peor no es que todas las figurillas se llamen Barbie y Ken y que sin embargo sólo haya una Barbie y un Ken verdaderos, brillantes, guapos, atléticos, glamurosos; lo peor no es que dentro de la tropa de Barbies y Kenes haya todas las variedades posibles en color sabor y olor, de la Barbie negra a la escarlata, de la gordita a la lampiña, de tal modo que cuando la auténtica aparezca, ascendiendo o bajando del cielo de la asexualidad rosada, luzca como una virgen casta, a sabiendas, claro; tampoco es lo peor la multitud de Kenes igualmente asexuados, genéricos, con tal que destaque la ausencia del Ken machote; lo peor no es trasegar a Barbie y a Ken del mundo supra o infrakitsch al mundo real, menos mundo y menos real que el de Mattel, menos articulado más de palo que el de las propias Barbies; lo peor no es la deliberadamente torpe transición plastificada entre un mundo y otro; lo peor no es llevar a las mámas cargadas de cestos de palomitas al cine para que desaprendan el rol de mujercitas, ahora que ya tienen bebés, para que vuelvan a asumir el rol de mujercitas pero ahora empoderadas, como si tuviesen tiempo y discernimiento para ello; lo peor no es escapar del delirio consumista mediante el ultraconsumo de uno de los productos consumistas más delirantes; lo peor no es la repelente escenografía de plástico, el repelente escenario, el repelente vestuario, los peinados repelentes, el repelentes mar de plástico de Mattel, la empresa que fabrica las muñecas y produce la película y que está llenando sus arcas a cuenta de la parodia super o infrakitsch;
- Pobres mamás, cuál es lo peor, entonces
- Lo peor es hacer un producto tan mortalmente aburrido.
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