I have eaten
the plums
that were in
the icebox
and which
you were probably
saving
for breakfast
Forgive me
they were delicious
so sweet
and so cold
(This Is Just To Say. WCW)
¿Hay alguna labor más difícil en el arte que fabricar un poema? Hay dos maneras de hacerlo: dejarse arrastrar por la corriente del idioma o ver las cosas como si tu mirada fuese la primera. T. S. Eliot frente a William Carlos William. Renovar la tradición o decir no se te ocurra hacer un soneto -libérate de la métrica. El primero se fue de Estados Unidos a Inglaterra porque allí manaban las fuentes del idioma; el segundo no se movió de Rutherford y proclamó -él, cuyo idioma familiar era el español, él, que había estudiado en el Lycée Condorcet en París- que Norteamérica tenía su idioma propio, una prosodia diferente, un modo de decir las cosas como en ningún otro lugar podían decirse. Pon el oído y escucha cómo tu amiga o tu madre dicen las cosas de la vida cotidiana (como la mujer de Williams escribió las palabras que dieron forma al poema del inicio). La poesía no se parece a la música sino a los pasos de danza: encadena palabras en un campo de significados. Según Williams La tierra baldía había hecho más daño que ningún otro poemario.
Vive localmente observa y di como si fuese la vez primera. Cualquier forma codificada de poesía está muerta, hazla de nuevo. Sé consciente de tu paciencia. Cada instante perecedero contiene una cualidad de lo eterno. Dale voz a las cosas. Cómo canta el viento en la arboleda. Cómo, los pájaros en esta hora. El perro y el hombre remontando la ladera. Esa pareja que ha necesitado décadas para acompasar los pasos para hacer el recorrido que no lleva a ningún sitio, pues cada día muere en el mismo lugar, pero cada día distinto. La roca enterrada que ahora pisas la oscuridad del bosque las nubes que se desplazan la luz del sol que desde el sur humilla tus ojos. Los aromas que cambian en cada centímetro del suelo.
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