En 1813 aquí derrotaron a Napoleón en una larga y cruenta batalla
En muchos sitios dicen en este lugar Napoleón perdió las alas
Ya no volvió a ser el mismo
Nadie es dueño para siempre
Como no lo fue Honecker y no lo fueron los comunistas
En San Nicolás comenzó la oración de los lunes en 1989
Desde el interior de la iglesia se fue extendiendo por la ciudad Sajonia y Alemania entera
Hasta acabar con ellos
El muro cayó cuando ya no podía seguir derecho
En San Nicolás y en Santo Tomás Bach entregaba su semanal cantata
Y estrenaba oratorios y pasiones
Durante 27 años fue Cantor del Coro
También hicieron música en Leipzig Mendelhson y Schumann y Clara
Aquí nació Richard Wagner antes de que la ciudad se le quedase pequeña
Y Leibniz antes de que no le quisiese doctorar por demasiado joven
Y en una taberna donde todavía se emborrachan los amantes de la imaginación escrita
Goethe concibió la escena de Mefistófeles y Fausto
Mientras pisaba yo las calles de esta ciudad comercial a la que el comercio hizo rica
Pensaba en una conversación con los genios
¿Pero qué podría yo decirles? De quién sería la desorientación mayor
Todos estaban a la altura de su tiempo
Yo no lo estoy a la altura del mío
Algunos después han escalado la cima de Leibniz y de Goethe de Schumann y de Mendelhson
¿Quién osaría escalar la de Johan Sebastián?
Por esta plaza pasaron antes de que las bombas la destruyesen y fuese reconstruida
Por las puertas de Santo Tomás entraron y salieron
No todo el tiempo rebotaba la música en sus cabezas
Algún vecino les cortaba el paso y preguntaba
Ahora musitamos su nombre
Nombres de una sola pieza sonando en nuestras cabezas
Los edificios las ciudades nos sobrevivirán por largo tiempo
Acudimos a Leipzig y a Santo Tomás porque Bach les dio una vida más fuerte y duradera
Esas piedras le sobrevivieron
El nombre Bach es más fuerte que ellas
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