lunes, 28 de diciembre de 2020

Putin

 



Putin es un documental (Movistar) en tres partes con el sello de la producción británica. Deja muchos interrogantes porque este hombre no ha sido juzgado y no lo será hasta que deje el poder, si alguna vez lo deja (recientemente ha hecho aprobar en referéndum el que pueda quedarse en el poder, si le place, hasta 2036). Lo que nos muestra es el rastro de crímenes: los hay tremebundos como la serie de explosiones, aún sin aclarar, en 1999, que afectaron a cuatro bloques de pisos en las ciudades de Buynaksk, Moscú y Volgodonsk, que se llevaron por delante a un montón de gente (unos 300) y que dieron paso a un gobierno autoritario y a la guerra con Chechenia; y hay asesinatos individualizados, algunos con el sello del traidor ajusticiado (Alexander Litvinenko en 2006 y Sergei Skripal en 2018, ex espías) y otros, de periodistas críticos y de opositopres molestos y peligrosos, con la huella del asesinato por encargo (Anna Politkovskaya, asesinada en su casa el día del cumpleaños de Putin en 2006; Boris Nemtsov, aniquilado en 2015 a pocos metros del Kremlin, tras su exitosa campaña de manifestaciones contra la intervención rusa en Ucrania), tambiéen de muertes no aclaradas como la del empresario Borís Berezovski. A eso hay que añadir la anexión de Crimea y la guerra en el este de Ucrania (con un avión de pasajeros civiles abatido). Si no hay investigación y juicio es difícil atribuir responsabilidades aunque existan indicios. Lo que parece claro es que desde que Putin está en el poder no le tiembla la mano y que por debajo de él sus ejecutores comprenden quienes son los opositores realmente molestos que hay que eliminar. Tal como muestra el documental y como ve cualquier observador, el régimen de Putin se está convirtiendo en un régimen criminal que tiene a su población atemorizada o sometida y a Europa con las manos atadas sin idea de cómo enfrentarle.


La pregunta que cabe hacerse es qué puede hacer la población sin una oposición real que se le enfrente, sin una sociedad civil fuerte, sin medios libres. Uno piensa en Franco, los referéndum que convocaba y que ganaba con facilidad. ¿Cómo se detiene a un tirano? También en las sociedades democráticas la población es fácilmente manipulable, lo fácil que es apoderarse de la imaginación de lagente: pensemos en un caso reciente, cómo la población ha ido cambiando con respecto a si se ponía o no la vacuna contra el virus. Un documental para la desesperanza.


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