miércoles, 14 de octubre de 2020

Sobre virus y pandemias

 


Asisto a una charla de un neurovirólogo conocido, en la UAM y en los programas televisivos, sobre virus y pandemias. La sala está llena, con el aforo condicionado. La gente atentísima, en silencio. No se ha oído ni una tos, todos con mascarilla, incluidos los charlistas. La excusa era el tratamiento del virus por el cine, en un ciclo que relaciona cine y ciencia. aunque ha habido poco cine, lo que es normal, dadas las circunstancias.


He ido a aprender algo de virus y pandemias pero aprendido poco más allá de las generalidades que se le podrían explicar a un chico de la ESO. Ni el humor que sobrevuela este tipo de charlas ante un público no especializado, con burla sobre el modo de presentar en las películas los virus, un humor difícil de tragar ante un problemón como el que tenemos encima, ni las puyas a los políticos, que bien se las merecen, aunque cargando sobre un tipo de políticos concretos, los de la comunidad cercana”, por encima de los demás, como si no fuésemos el país con mayor número de fallecidos en proporción a la población, o uno de los primeros, como si el fracaso de lo que sucede no responsabilizase a la sociedad entera, al país en su conjunto, pero especialmente a la comunidad científica, como si la expansión de la infección y el exagerado número de muertos, en relación a los países de nuestro entorno, no tuviese que ver, además de con la gestión política y sanitaria, con los científicos que primero aconsejaban una cosa y después otra, no hay más que ver lo que decían en marzo y lo que dicen ahora, la ha salvado. No parece que hayan tenido en cuenta la experiencia acumulada en oriente y la investigación de las epidemias anteriores, sobre todo las respiratorias, como la gripe, el SARS-CoV-1 o el MERV, no han hecho ninguna evaluación de lo que ha sucedido, no hay un mínimo reconocimiento de lo mal que se han hecho y se están haciendo las cosas. Es patético eludir la responsabilidad, nadie va a salir inmune de esta, no al menos las personas honestas.


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