Satisfecho,
eufórico, como si viniese a hacer el
balance tras haber ganado la guerra, el
gorro con escudo y penacho en el atril, las charreteras
sobre los hombros, el correaje, el cinturón bien ajustados, el sable
rozando la pierna, los faldones acariciándole las posaderas, las
botas granaderas con espuelas,
mirando al invisible, sabedor de que un país le mira, le atiende, le
aplaude orgulloso de su victoria, distribuyendo las ganancias, abriendo
la mano para que el país retome el pulso y disfrute de la nueva
normalidad tan bien ganada, palmeando por el nombre de pila, cercano,
condescendiente, a quienes en nombre del pueblo le hacen preguntas
sobre cómo fue, quitando carga a las que puedan ser comprometidas,
convirtiendo las dudas en elogios, en ramo
de galardones para todos los que han presenciado el duro combate con
el enemigo, generoso con los críticos en esta hora irrepetible,
desdeñoso con los agrios a quienes no va a seguir, sin dejar de
atender ninguna, volviendo a ellas si por el camino las ha olvidado,
porque no es la hora de la amargura ni del reproche, ni
del recelo ni del mal gesto, en su mirada franca, en su rostro
abierto, en la ligera sonrisa del triunfo caben todos, todos están
invitados a la fiesta, dadivoso
en ayudas y subvenciones, próximo a la necesidad, que
el país se abra al sol que dora nuestros destinos, al esplendor de
mayo en que todos volveremos a pisar la calle, niños y ancianos,
deportistas y dependientes, que abran las peluquerías y las tiendas
un
ratito,
las empresas y los negocios, a todos os quiero, estadme agradecidos,
bien
merecido tengo el poder excepcional que me dais y me vais a seguir
dando para poder dar las ayudas que tantos necesitan para recomponer
su negocio, para sostener las familias, para aliviar los estragos
que la guerra ha ocasionado, “que
todos arrimemos el hombro”, ¿cómo
no va a estar justificado “el estado de alarma que
ahora mismo estamos
disfrutando en una nueva prórroga”
en un momento en el todavía
las
certezas son
más ligeras
que
las
incertidumbres? Os
quiero, pueblo mío.
sábado, 2 de mayo de 2020
Hemos puesto un pie en la cara oculta de la luna
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario