"Pon
del silencio el compás
a lo que vayas pensando".
a lo que vayas pensando".
Detente
ante una frase que escuchas o que estás leyendo, haz caso a tu
ocurrencia. Quédate un momento en silencio, que tome forma. Después
fórjala como poema o articulada en un discurso, liberándola de
retórica innecesaria, acercándote a la raíz del idioma, a la forma
más simple de plasmarla, de tal modo que lo que escribas, o lo que
digas si estás conversando con alguien, sea tu voz propia quien
habla o escribe. Si consigues tener voz propia, escucharte, serás tú
mismo, no hablarán otros por ti dentro de ti mismo, alcanzarás el
grado de libertad al que uno razonablemente puede aspirar.
Apaga
las voces primero
Hay que tantear la poesía
Desnuda de ornamento
Qué te lleve a su raíz
Al cuerpo de tu primera palabra
A ver si puedes oírte
Sólo carne y sangre en movimiento
Luego deja que hable por ti
Hay que tantear la poesía
Desnuda de ornamento
Qué te lleve a su raíz
Al cuerpo de tu primera palabra
A ver si puedes oírte
Sólo carne y sangre en movimiento
Luego deja que hable por ti
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