miércoles, 23 de mayo de 2018

Kioto y la técnica de no decir nunca nada



               "Tras siglos de intrigas políticas y de incesante escrutinio por parte de los maestros de la ceremonia del té, la gente de Kioto ha desarrollado la técnica de no decir nunca nada. En una conversación, el auténtico kiotense espera pacientemente a que el otro se imagine por su cuenta la respuesta. Una vez, me había quedado a pasar la noche en un templo y traté de preguntar al abad cuánto me costaría. Recibían huéspedes todo el tiempo, así que sabia que había una tarifa estándar. "Oh, bueno, pague lo que quiera», me dijo el abad. Se me cayó el alma a los pies y no miento cuando digo que me costó casi dos horas de estar bebiendo té con él arrancarle una respuesta. En realidad nunca me lo dijo. Se limitó a darme pistas hasta que yo mismo le di la respuesta”.

             "Kioto está lleno de pequeños signos peligrosos que los no iniciados pueden pasar por alto muy fácilmente. Todo el mundo en Japón conoce la legendaria historia de bubuzuke (‘te sobre arroz’). “¿Por qué no te quedas a tomar un poco más de bubuzuke?”, te pregunta tu anfitrión kiotense, y lo que realmente significa que es hora de que te vayas".

             "La ceremonia del té dice todo lo que has de hacer: dónde poner las flores, qué piezas artísticas deberías exponer y cómo emplear hasta la franja de espacio más pequeña. Eso es algo que tranquiliza mucho a las personas que nunca se han planteado esas cosas y que no tienen ni idea de cómo hacerlas por su cuenta".

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