Blanchard

           Ha dejado de llover, en realidad ha granizado, dejando una leve capa blanca sobre el suelo. Ahora el sol insinúa su palidez por encima de los tejados.

• ¿Has visto las manifestaciones?
• ¿Pensionistas? No hay dinero
• Se lo tienen bien ganado, después de una vida de sacrificios
• Sí, pero ¿de dónde sacamos dinero para tanta demanda?
• Para eso están los políticos
• ¿Vienes al concierto?
• No

         Terence Blanchard. Hubo una época que lo seguí, hacia el 2000, cuando tocaba para Diana Krall, Jane Monheit, Dianne Reeves y Cassandra Wilson. Coleccioné los discos de estas mujeres. Luego cambié de ciudad, olvidé los discos y dejé de escuchar jazz o solo esporádicamente. Ahora me lo topo, inesperadamente, en esta ciudad. No es mi mejor día, algo me ha sentado mal y tengo la tripa revuelta. Me equivoco de sala y tengo que ir de prisa al otro lado de la ciudad. Sin aliento (Breathless, el disco sobre el que gira el concierto), llego arrastrándome. Me quedo al final, en una fila vacía, estirado, tratando de reacomodar mi malestar. El trompetista se hace acompañar por una banda eCollective. Cuesta pillar lo que suena, demasiado electrónico para mi gusto, aunque me dejo llevar por la mezcla, a ratos chirriante, de funky, hip hop y fusión, con momentos acústicos.